El entrenamiento constante no es suficiente para alcanzar una pérdida de peso de forma saludable, ya que también es necesario tomar en cuenta la dieta, un paso fundamental para reducir la grasa abdominal y, por ende, para alcanzar las metas planteadas.
En este artículo te vamos a recomendar algunas estrategias para que acompañes tu rutina de entrenamiento, proceso que tan solo forma parte de una actividad más, si lo que deseas es llevar una vida mucho más saludable.
Vamos a empezar con los cambios que debes hacer en tu dieta. Es decir, el tipo de alimentos que debes evitar para, finalmente, destacar los ejercicios que pueden ayudarte, así que toma nota de la siguiente información.
Adiós al azúcar
Como era de esperarse, si lo que quieres es bajar de peso entonces olvídate del azúcar en tu dieta. Esta sustancia prácticamente no aporta ningún valor nutricional, y lo único que hace es provocar daños en tu salud.
De hecho, el azúcar incrementará la grasa acumulada en el abdomen, por lo que es un alimento que debes intentar al menos reducir al máximo. A esto hay que sumarle la forma en cómo aumenta los niveles de insulina, y por ende, desarrollar problemas de obesidad y diabetes.
Cuidado con los cereales
A pesar de que existe una idea errónea que afirma que la ingesta de cereal es altamente beneficioso para tu salud, lo cierto es que estos cereales pueden tener el mismo efecto que el azúcar: aumentar la grasa abdominal y los niveles de insulina.
Si deseas bajar de peso, entonces reduce esta opción en tu dieta al igual que el pan y el arroz blanco, los cuales debes sustituir por alimentos integrales como la avena, quinoa, cebada o arroz integral.
Entrenamientos que te ayudarán
Una vez ya hayas tomado en cuenta estos consejos, es importante destacar el tipo de entrenamiento que puede ayudar a bajar de peso, algo para lo que hace falta mucho compromiso.
El cardio es recomendado para reducir las calorías. Además, te permite entrar en calor para seguir adelante en una sesión de ejercicios, por lo que no podía faltar en esta lista. A esto, puedes incorporar el levantamiento de pesas, ya que si te comprometes a largo plazo, puedes producir una pérdida de grasa continúa.
Los ejercicios a intervalos de alta intensidad, como los burpees, sentadillas o flexiones, son altamente útiles para este propósito y lo mejor de todo, es que no hace falta que acudas a un gimnasio para hacer este entrenamiento.
La clave es hacer estos ejercicios de forma progresiva, porque si no estás familiarizado con este tipo de estilo de vida, entonces puedes sufrir lesiones. Lo ideal sería ir aumentando la intensidad poco a poco, hasta que vayas aumentando tu resistencia.