La llegada del frío y la temporada de resfriados trae consigo una pregunta común entre los amantes del fitness: ¿Es seguro hacer ejercicio cuando estamos enfermos? Según los expertos en la materia, continuar con la rutina puede ser beneficioso, pero depende mucho de los síntomas y la gravedad de tu condición. Ahora que tenemos la temporada de invierno, los catarros aparecen a full y, en este sentido, tenemos algunas pautas generales:
1. Síntomas leves (por encima del cuello): Si tus síntomas se limitan a la parte superior del cuello, como congestión nasal, dolor de garganta leve y estornudos, generalmente está bien hacer ejercicio ligero a moderado, como caminar o hacer yoga. El ejercicio suave puede incluso ayudarte a sentirte mejor al mejorar tu estado de ánimo y aumentar la circulación.
2. Síntomas graves (por debajo del cuello): Si tienes fiebre, fatiga intensa, dolores musculares o síntomas en el pecho como tos persistente o dificultad para respirar, es mejor descansar y permitir que tu cuerpo se recupere. Hacer ejercicio en estas condiciones puede poner un estrés adicional en tu cuerpo y prolongar tu recuperación.
3. Escuchar a tu cuerpo: Independientemente de tus síntomas, es crucial prestar atención a cómo te encuentras. Si te sientes demasiado débil o fatigado para hacer ejercicio, es una señal de que tu cuerpo necesita descansar.
4. Consultar a un profesional: Siempre es una buena idea consultar con un médico o profesional de la salud antes de retomar tu rutina de ejercicios cuando estás enfermo, especialmente si tus síntomas son severos o persisten.
En definitiva, hacer ejercicio puede ser seguro y beneficioso si se hace con moderación y se tienen en cuenta los síntomas. Pero siempre es importante escuchar a tu cuerpo y no forzarlo más allá de sus límites cuando estás enfermo.