El dólar presidencial de 2007, parte de una serie de monedas conmemorativas emitidas por la Casa de la Moneda de Estados Unidos, ha captado la atención de coleccionistas y expertos en numismática. Aunque en su momento no gozaron de gran popularidad entre el público estadounidense, estas piezas que rinden homenaje a los presidentes fallecidos han encontrado un nicho entre los aficionados y en países que utilizan el dólar como moneda oficial, como Ecuador y El Salvador. Lo curioso es que en plataformas como eBay algunos ejemplares se han llegado a cotizar por hasta 3 mil dólares.
Este programa fue creado por el Congreso de los Estados Unidos en 2005, para honrar a los presidentes ya fallecidos a través de monedas de 1 dólar. El primero de la serie, lanzado en 2007, incluyó a figuras icónicas como George Washington, John Adams y Abraham Lincoln. Cada una cuenta con un diseño especial en su anverso, que presenta el busto de un presidente, mientras que en el reverso aparece la Estatua de la Libertad.
¿Características de las monedas presidenciales de 1 dólar?
Estas monedas presidenciales de 1 dólar tienen características técnicas distintivas que las diferencian de otros dólares en circulación. Están compuestas por cobre recubierto de latón de manganeso, pesan 8.1 gramos y tienen un diámetro de 26.5 mm. En el canto, se encuentran grabados la fecha de acuñación, el lema "E PLURIBUS UNUM" y la palabra "Liberty", lo que añade un toque especial a su diseño. Además, pueden tener el grabado del canto en dos posiciones diferentes, lo que para algunos coleccionistas representa una rareza atractiva.
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¿Son valiosas las monedas presidenciales de 1 dólar?
Aunque su valor nominal es de apenas un dólar, algunas monedas presidenciales de 2007, en perfectas condiciones o con errores en su acuñación, pueden alcanzar precios elevados en el mercado de coleccionistas de la numismática. Esto ha llevado a que piezas que originalmente pasaron desapercibidas ahora se ofrezcan por miles de dólares en sitios de subastas en línea.
El dólar presidencial de 2007, aunque no logró ser ampliamente aceptado en su tiempo, se ha convertido en un objeto de deseo en el mundo de la numismática. Su valor, tanto histórico como económico, ha demostrado que en ocasiones los verdaderos tesoros monetarios se encuentran en los detalles que muchos ignoran.