Las orquídeas, una de las plantas más admiradas en el mundo, destacan por su belleza, que podemos describir desde sus grandes pétalos, colores vibrantes y un delicado aroma. Todo este conjunto las convierten en un símbolo de elegancia y sofisticación para la jardinería. Dentro del Feng Shui, la filosofía china que busca equilibrar las energías en los espacios, las orquídeas juegan un rol destacado.
Aunque se pueden encontrar en diversas regiones, el hábitat natural de las plantas de orquídeas es el clima tropical. Colombia alberga más de la mitad de las más de cuatro mil especies de orquídeas conocidas, convirtiendo a esta flor en un emblema nacional, en regiones como el Magdalena medio, el alto Cauca y la cuenca del Orinoco, según datos de la organización WWF.
En cuanto a la filosofía china, esta planta de orquídeas es considerada un símbolo de armonía y prosperidad. Se cree que las orquídeas poseen una vibración especial que puede influir positivamente en el entorno, ayudando a quienes las cuidan a alcanzar sus metas.
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El poder de la planta de orquídeas según el Feng Shui
Amanda Gibby Peters, consultora de Feng Shui y fundadora de Simple Shui, explicó en una entrevista con “Homes & Gardens” que las orquídeas representan belleza, perfección y amor, además de atraer buena suerte en el ámbito familiar y la fertilidad. La prosperidad que traen consigo se asocia a su crecimiento, lo que refuerza la idea de que brindan abundancia y oportunidades.
La planta de orquídeas también es valorada por su capacidad para transmitir calma y mejorar la armonía en el hogar. Según el Feng Shui, su presencia eleva la estética de cualquier espacio, aportando distinción y equilibrio. También se le atribuye la capacidad de renovar energías, ayudando a superar momentos difíciles y a encontrar nuevas oportunidades en etapas de cambio.
Dónde ubicar las orquídeas, de acuerdo con el Feng Shui
Para aprovechar todos estos beneficios, la ubicación de la planta de orquídea es clave. Es recomendable situarlas en áreas frecuentadas de la casa, como el comedor, la sala o el escritorio, asegurándose siempre de que reciban una buena cantidad de luz natural, lo que también favorecerá su crecimiento y vitalidad.