Las sentadillas son uno de los ejercicios más completos y beneficiosos para el cuerpo. Más allá de ser una excelente manera de fortalecer los glúteos y las piernas, estudios recientes han demostrado que este ejercicio también puede ayudar a bajar la presión arterial. Aquí te explicamos cómo y por qué las sentadillas son tan efectivas, además de detallar cada uno de los beneficios que aportan a tu salud.
Para realizar este tipo de ejercicio, párate con los pies separados a la altura de los hombros. Mantén el pecho erguido y la espalda recta. Baja el cuerpo doblando las rodillas y las caderas, como si fueras a sentarte en una silla. Asegúrate de que las rodillas no sobrepasen la línea de los dedos de los pies. Sube nuevamente a la posición inicial apretando los glúteos al subir.
Consejos para realizar sentadillas
- Mantén una buena postura:
Asegúrate de que tu espalda esté recta y el pecho erguido durante todo el movimiento. Esto ayuda a prevenir lesiones y maximiza los beneficios del ejercicio.
- Respira correctamente:
Inhala al bajar y exhala al subir. Una respiración adecuada te ayuda a mantener el control y la estabilidad durante el ejercicio.
Usa el peso corporal o añade pesas:
Puedes realizar sentadillas usando solo tu peso corporal o añadir pesas para aumentar la intensidad. Sostener una barra en la espalda o mancuernas en las manos puede proporcionar un desafío adicional.
- Varía las sentadillas:
Incorpora diferentes variaciones de sentadillas en tu rutina, como sentadillas sumo, sentadillas con salto o sentadillas búlgaras. Esto no solo mantiene el entrenamiento interesante, sino que también trabaja diferentes músculos.
- Escucha a tu cuerpo:
Si sientes dolor o molestia, ajusta tu postura o disminuye la intensidad. Es importante realizar los ejercicios de manera segura para evitar lesiones.