El reciclaje y la jardinería pueden ir de la mano. Muchas propuestas de reutilización de materiales de provecho funcionan a la perfección para el desarrollo o mantenimiento de las plantas. Entre tantas propuestas una muy útil, sencilla y económica es la puesta en práctica de jardines sostenibles con botellas plásticas.
Esta iniciativa de reúso consiste en consiste en transformar las botellas plásticas en macetas. Se trata de una propuesta que te permite contar con plantas en espacios reducidos ya que estas no ocupan tanto espacio, además promueve la disminución de desechos, porque por lo general se trataría de recipientes que terminarán acumulados contaminando.
Para poner en práctica este proyecto de reciclaje, hay que reunir varias botellas de plástico y adecuarlas para la nueva tarea. Cada recipiente se debe limpiar y cortar la parte superior, luego hay que añadirle piedras en el fondo de la botella para que drene el agua y se eviten encharcamientos que deterioren la salud y el crecimiento de la planta.
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La segunda etapa de este proceso de reuso es añadirle tierra fértil mezclada con compost, colocar las semillas o plántulas, regarlas y ubicarlas en un lugar con suficiente luz solar. Es importante tomar en cuenta varios aspectos para que esta iniciativa no solo comience con buen pie sino que se mantenga en el tiempo.
Para este reciclaje es importante elegir plantas que se ajusten o encajen en los espacios de las botellas, además observarlas con frecuencia para evitar problemas de humedad o temperatura y que así crezcan muy saludables. Para mantenerlas hay que regarlas con frecuencia añadiéndoles compost cada 2 o 3 semanas.
El compost con materiales de reciclados
Con materiales orgánicos y reciclables es posible hacer compost. Los restos de comida como cáscaras de frutas o verduras, hojas secas, posos de café se pueden usar para su elaboración, mezclados con papel y cartón, sin tintas o plásticos y siempre triturándolos para facilitar su proceso de descomposición.