Las monedas conmemorativas de 20 pesos dedicadas a Octavio Paz han despertado gran interés en el ámbito de la numismática, alcanzando precios que pueden parecer desorbitados. En plataformas como Mercado Libre, se ha llegado a solicitar entre 150 mil y 300 mil pesos por cada ejemplar, y el conjunto de ambas monedas ha sido tasado en 400 mil pesos. Este fenómeno ha generado un debate sobre el verdadero valor de estas piezas.
El Banco de México emitió estas monedas en dos momentos clave: una pecunia en el año 2000 para conmemorar el cambio de milenio y la otra en 2011, en honor al 20º aniversario del Premio Nobel de Literatura otorgado a Octavio Paz. Ambas monedas forman parte de la familia C y destacan por rendir homenaje al renombrado escritor mexicano.
¿Cómo son las monedas conmemorativas de 20 pesos de Octavio Paz?
La primera de estas monedas, acuñada en el año 2000, presenta un retrato de Octavio Paz en tres cuartos de perfil, acompañado por una de sus frases más célebres: “Todo es presencia, todos los siglos son éste Presente”, lo que añade un toque poético a su diseño. En el reverso de esta pieza figura la firma del autor, la denominación de 20 pesos y el año de acuñación, recordando así el inicio del nuevo milenio.
Te podría interesar
La segunda moneda, emitida en 2011, conmemora el 20º aniversario del Premio Nobel de Literatura que recibió Octavio Paz en 1990. En su anverso, se encuentra el busto del poeta junto con la leyenda del Premio Nobel, el valor nominal y el nombre del autor. Al igual que en la primera moneda, se incluye la misma frase poética en su reverso, reafirmando el legado literario del autor.
¿Son realmente valiosas las monedas de 20 pesos de Octavio Paz?
El valor comercial de estas monedas ha generado opiniones encontradas entre analistas de la numismática. Mientras en el mercado en línea se piden cifras que alcanzan hasta 300 mil pesos por cada ejemplar, expertos señalan que su valor real es considerablemente menor y no debería exceder los 50 pesos. Estas cotizaciones exageradas responden más a la especulación de los vendedores que al verdadero valor intrínseco de las piezas.