Las manzanas son unas de las frutas más populares y consumidas en todo el mundo. Son deliciosas, nutritivas y versátiles, ya que se pueden comer de muchas formas. Pero ¿qué pasa con las cáscaras de manzana? ¿Las tiras a la basura o las aprovechas de alguna manera? Si eres de los que las desechan, te estás perdiendo un montón de beneficios que estas cáscaras pueden aportar a tu salud y a tus plantas.
Sí, leíste bien: las cáscaras de manzana no son solo residuos, sino que tienen un gran valor ecológico y nutricional que puedes aprovechar de múltiples formas y sobre todo para tus plantas.
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En este artículo, te contaremos cómo puedes reciclar las cáscaras de manzana y darles una segunda vida a las plantas de jardín. Verás que son un excelente recurso para mejorar el suelo, estimular el crecimiento de las plantas y repeler a los insectos de forma natural. Además, estarás contribuyendo al cuidado del medio ambiente y a reducir el desperdicio de alimentos.
Nutrientes para tu jardín
Una de las opciones es el compostaje. El compost es un abono orgánico que se obtiene a partir de la descomposición de materiales biodegradables, como restos de frutas, verduras, hojas, césped, etc.
El compost es muy beneficioso para el suelo, ya que lo enriquece con nutrientes esenciales, mejora su estructura, retiene la humedad y favorece la actividad de los microorganismos. Además, es una forma de reciclar los residuos orgánicos y evitar que terminen en los vertederos, donde generan gases de efecto invernadero.
Mantené a los insectos a raya de manera ecológica
Las cáscaras de manzana tienen un olor que repele a muchos insectos, como las hormigas, los pulgones, las moscas y los mosquitos. Si quieres proteger tu jardín o tu casa de estos visitantes indeseados, puedes usar las cáscaras de manzana como un repelente natural. Solo tienes que ponerlas en los lugares donde quieras evitar que entren los insectos.
Así, podrás prevenir las plagas de forma ecológica y sin usar productos químicos que puedan dañar el medio ambiente.