La limpieza del freezer es una tarea que se debe hacer regularmente para mantener un espacio libre de suciedad y especialmente de malos olores, pero para ello es importante aplicar unos trucos de limpieza básicos, pero súper efectivos, con los que vas a descongelar el hielo en tiempo récord.
Como sabrás, lo primero que se debe hacer es deshacerse del hielo para iniciar el proceso de aseo de forma adecuada en esta zona, en la que almacenas toda clase de alimentos congelados.
Ahora bien, lo fácil es simplemente desconectar el freezer y dejar que se deshiele por sí solo, pero esta práctica puede extenderse por largas horas, así que en vez de esto intenta estos trucos de limpieza que acelerarán ese proceso.
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Un truco básico pero efectivo
Es cierto que a muchos se les viene a la cabeza hacer algo que parece lógico, como lo es usar un secador de cabello, el cual al emanar calor al encenderlo, podría derretir el hielo del freezer más rápido.
Sin embargo, existe el riesgo de que el agua resultante de este derretimiento pueda electrocutarse, por lo que hay un riesgo totalmente innecesario. Ante ello, puedes probar otro método más seguro y en el que solo necesitas dos cosas: una cacerola y agua.
Pero antes, asegúrate de retirar toda la comida y el resto de productos que tengas almacenados en el freezer, y así puedas descongelar toda el área de una manera más uniforme.
Tras esto, caliente y abundante agua en la cacerola y la pones a calentar, y justo en el momento en que está empezando a hacer ebullición, la vas a retirar del fuego. Es ahí cuando la llevas al congelador y para evitar cualquier daño a la estructura, puedes dejarla reposar encima de una tabla.
Lo siguiente será cerrar la puerta y dejar que el agua hirviendo haga su trabajo, pues el calor que va a irradiar durante unos 20 minutos será suficiente para que el hielo empiece a desprenderse rápidamente.
Método alternativo
Si consideras que esto te toma mucho tiempo y estás muy apurado, entonces puedes probar otra alternativa para acelerar este proceso. Estos trucos de limpieza son efectivos, por lo que podrías darle una oportunidad en la próxima ocasión.
Toma unas toallas y las vas a poner a hervir en una olla con agua caliente, para finalmente pasarlas empapadas hacia el congelador. Las vas a dejar estratégicamente encima del hielo, y así sea mucho más rápido todo este procedimiento.
Te tomará unos pocos minutos para empezar a notar los resultados, por lo que vale la pena al menos considerarlo en la próxima ocasión que debas limpiar tu congelador.