¿Te gustan los postres americanos? ¿Quieres sorprender a tu familia o amigos con una receta fácil y rápida? Entonces no te pierdas este paso a paso, donde te enseñamos a hacer un cheesecake sin horno, uno de los postres más populares de la repostería estadounidense.
El cheesecake es un pastel de queso que se caracteriza por tener una base de galleta y un relleno cremoso y suave. Hay muchas variantes de esta receta, pero hoy te traemos una de las más sencillas y prácticas, ya que no requiere de ningún tipo de cocción.
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Para hacer esta receta, solo necesitas unos pocos ingredientes que seguro que tienes en tu cocina o que puedes conseguir fácilmente en el supermercado. Además, puedes personalizarlo con la fruta que más te guste, como fresas, arándanos, kiwis o melocotones.
Sigue estos pasos y verás lo fácil que es preparar esté delicioso cheesecake sin horno.
Ingredientes
- 2 tazas de galletas trituradas (puedes utilizar galletas tipo Graham o cualquier galleta de tu elección)
- 1/2 taza de mantequilla derretida
- 500 gramos de queso crema a temperatura ambiente
- 1 taza de azúcar
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 1 taza de crema agria
- 1/4 taza de jugo de limón
- 1 sobre de gelatina sin sabor
- 1/4 taza de agua
- Fresas frescas para decorar
Preparación
Para empezar, tritura unas galletas de tu preferencia hasta que queden con una textura arenosa. Puedes usar un procesador de alimentos o una bolsa y un rodillo. Luego, derrite un poco de mantequilla y mézclala con las galletas hasta que se forme una pasta. Cubre el fondo de un molde desmontable con esta mezcla, presionando con una espátula o con tus dedos para que quede compacta y nivelada. Lleva el molde en el refrigerador para que la base se endurezca mientras preparas el relleno.
En un bol grande, pon un paquete de queso crema y bátelo con una batidora eléctrica o manual hasta que quede suave y sin grumos. Añade media taza de azúcar y sigue batiendo hasta que se integre bien. Agrega media taza de crema agria y una cucharadita de extracto de vainilla y mezcla todo hasta obtener una crema homogénea.
En otro recipiente, calienta un poco de agua y disuelve en ella un sobre de gelatina sin sabor. Deja que se temple un poco y luego viértela sobre la crema de queso, removiendo para que se distribuya bien.
Saca el molde del refrigerador y vierte la crema sobre la base de galleta, alisando la superficie con una espátula. Vuelve a llevar el molde al refrigerador y déjalo allí durante al menos cuatro horas o hasta que el relleno esté firme.
¡Y lista la preparación! Ya tienes un cheesecake sin horno delicioso y fácil de hacer. A disfrutarlo.