La campana extractora de humo es uno de esos elementos de la cocina de nuestro hogar que solemos olvidar a la hora de limpiar. Sin embargo, es muy importante mantenerla en buen estado, ya que se encarga de eliminar el humo, los olores y la grasa que se generan al cocinar.
Si no la limpiamos con regularidad, la campana se puede llenar de suciedad y grasa, lo que afecta a su funcionamiento y a la higiene de nuestra cocina. Además, puede ser un foco de bacterias y malos olores que se extienden por toda el hogar.
Pero no te preocupes, limpiarla no tiene por qué ser una tarea difícil ni costosa. Con un poco de bicarbonato de sodio, un producto natural y económico que seguro tienes en tu hogar, podrás dejarla como nueva en poco tiempo.
Te podría interesar
El bicarbonato de sodio es un excelente desengrasante y desinfectante, que además neutraliza los olores. Solo necesitas una olla con agua, una cucharada de bicarbonato y un paño o una bayeta.
El primer paso es poner a hervir el agua con el bicarbonato en la olla. Cuando empiece a hacer burbujas, enciende la campana extractora de humo al máximo. El vapor que se desprende del agua con bicarbonato irá subiendo por la campana y disolviendo la grasa y la suciedad que se haya acumulado.
Deja que la olla hierva durante una hora, para que el bicarbonato haga su efecto. Verás cómo caen gotas de grasa desde la campana, lo que significa que el vapor está haciendo su trabajo.
Después, apaga la campana y el fuego, y deja que se enfríe un poco. Con un paño o una bayeta humedecida en el agua con bicarbonato, limpia la parte exterior e interior de la campana, insistiendo en las zonas más sucias. Si tienes algún producto quitagrasas, puedes aplicarlo también para darle un toque final.
Así de fácil y rápido puedes limpiar la campana extractora de humo con bicarbonato de sodio, y dejar tu cocina reluciente y libre de malos olores. Recuerda hacerlo al menos una vez al mes, para que tu campana funcione correctamente y no se deteriore.