Los frijoles son de gran importancia debido a sus numerosos beneficios nutricionales y su papel en una alimentación equilibrada. Estos pequeños pero poderosos alimentos están repletos de nutrientes esenciales y tienen una larga historia de consumo en muchas culturas alrededor del mundo.
Este alimento es una excelente fuente de proteínas vegetales. Son ricos en aminoácidos esenciales, lo que los convierte en una opción ideal para aquellos que siguen una dieta vegetariana o vegana, o para aquellos que quieran reducir su consumo de carne.
Los frijoles al igual que las lentejas proporcionan una alternativa saludable y sostenible a las fuentes de proteínas animales y son pieza importante cuando se habla de fibra dietética, la cual es esencial para mantener un sistema digestivo saludable y regular.
Otro de los aspectos llamativos de este tipo de granos es que son una opción económica y sostenible. En la cocina mexicana es una propuesta culinaria que está muy presente.
Gracias a su versatilidad se pueden utilizar de muchas formas en la cocina mexicana. Pueden ser refritos y servidos como guarnición, agregados a sopas y guisos, utilizados como relleno en tacos y quesadillas o incluso convertidos en salsas.
Los frijoles se pueden combinar con carnes, vegetales, pero también con quesos y crema para agregar sabor a la comida. Se pueden preparar con queso fundido, también colocarles crema agria o de yogur cuando están cocidos o espolvorear queso rallado por encima. Estos ingredientes los complementan y le dan una textura increíble y un sabor delicioso.
Desde el portal de Javi Recetas se ofrece una opción de frijoles muy completa, con pocos ingredientes y muy fácil de hacer, la cual se recomienda para los días de mucho frío. Para prepararlos se necesitan:
- 500 gramos de frijoles rojos (o negros)
- 1 cebolla grande (250 gramos)
- 2 chiles serranos o 1 pimiento verde italiano (de los largos) y una guindilla seca
- 6 dientes de ajo
- 1 tomate grande
- 2 cucharadas de manteca de cerdo (total 80 gramos)
- 1 hoja seca de laurel
- Agua
- Sal
Mode de preparación:
- Meter los frijoles en una olla o cacerola y cubrirlos con abundante agua, de forma que queden unos tres dedos de agua por encima de estos, y dejar toda la noche en remojo.
- A la mañana, cambiar el agua de los frijoles. Añadir agua limpia hasta cubrirlos.
- Poner la olla al fuego y añadir media cebolla, el pimiento verde y la guindilla (o sustituye ambos por el chile serrano), cuatro dientes de ajo pelados y la hoja de laurel. Si es necesario, añadir agua para cubrir las verduras y dejar a fuego medio bajo durante 2 horas.
- Remover de vez en cuando con cuidado de que no se queme y vigilar para que en todo momento quede un dedo de agua por encima de los frijoles. Si es necesario (que lo será casi seguro), añade agua (no hay que calentarla) de vez en cuando.
- Cuando lleven dos horas, sacar la cebolla, la hoja de laurel, los dientes de ajo, la guindilla y el pimiento. Añadir una cucharada de manteca de cerdo y dejar al fuego hasta que estén bien blandas las judías. No añadir sal, de momento.
- Cuando las judías estén blandas, preparar un refrito con el que espesará y se le dará sabor a los frijoles. Tomar la media cebolla restante y picarla finamente. Poner al fuego con la otra cucharada de manteca de cerdo y dejar que se dore lentamente. Añade al sofrito media cucharada pequeña de sal.
- Cuando lleve un par de minutos la cebolla al fuego, añadir dos dientes de ajo cortados en láminas finas.
- Mientras se doran ligeramente las verduras (no dejes que se quemen, solo que tomen un bonito color dorado) hay que pelar el tomate, quitarle las pepitas y cortarlo en trocitos muy pequeños, muy, muy picados. Cuando las verduras estén en su punto, añadir el tomate y freir durante cuatro o cinco minutos.
- Después solo queda añadir al refrito tres cucharadas de frijoles y seis cucharadas del caldo en el que se han hecho los frijoles. Mezclar bien, añadir toda la mezcla a una batidora y batirla hasta que quede una masa bien fina.
- Añadir esta mezcla a los frijoles (si quieres puedes pasarla por un colador, pero si está bien triturada no es necesario), mezclar y dejar al fuego 10 minutos más.
- Se prueba de sal y se añade la cantidad necesaria (al gusto) y listo. ¡¡¡Fuera de la cocina y a comer!!!