Es cierto que en ocasiones la comida rápida parece ser la mejor opción en vista de lo práctico que es tener el alimento preparado lo más pronto posible. De hecho, se caracteriza por ser una opción fácil de comer y, por lo general, de bajo costo y de ahí su gran popularidad. Sin embargo, este tipo de comida también suele ser alta en calorías, grasas saturadas, azúcares y sodio.
Si eres una persona que suele consumir con mucha regularidad este tipo de alternativas, entonces este artículo está dedicado para ti y así puedas tener un poco más de consciencia al respecto, puesto que en realidad estás haciéndole un daño enorme a tu salud y entenderás el porqué.
Obesidad y sobrepeso
No es ningún secreto. La comida rápida es alta en calorías, lo que puede provocar un aumento de peso y obesidad, lo que a su vez se traduce en factores de riesgo para muchas enfermedades crónicas.
Por ejemplo, condiciones médicas como las enfermedades cardíacas, la diabetes y el cáncer podrían ser diagnósticos que puedan esperarte si realizas este mal hábito, según lo explica el portal "fmdiabetes.org".
Enfermedades cardíacas
Exactamente en la misma línea el punto anterior. La comida rápida es alta en grasas saturadas y colesterol, es decir, pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas de una forma alarmante.
Las enfermedades cardíacas son la principal causa de muerte en todo el mundo, un dato no menor que merece la pena estudiar, especialmente si tienes antecedentes familiares bajo esta condición médica.
Diabetes
Otro de los problemas de la comida rápida es su alta fuente en azúcares añadidos, que pueden aumentar el riesgo de diabetes tipo 2, la cual es una enfermedad crónica que afecta a la forma en que el cuerpo procesa la glucosa.
Si eres un consumidor constante de postres o cualquier tipo de alimentos altos en azúcares, pues estarías en riesgo a tener este tipo de enfermedades en el futuro.
Fácilmente podríamos seguir extendiéndonos al respecto y tomarnos un momento para mencionar, por ejemplo, cómo la comida rápida está vinculada a los accidentes cerebrovasculares, cáncer y demás malestares estomacales. Es momento de hacer un "stop" a este tipo de consumo, dejarlo para ocasiones especiales y buscar alternativas más saludables que cambiarán tu vida para bien.