Un estilo de nail art sencillo y muy versátil es la manicura mantequilla, que consiste en aplicar un tono amarillo en las uñas para obtener un acabado fresco, luminoso y a la vez cálido. Esta idea se ha convertido en tendencia no solo por su resultado embellecedor, sino también por lo delicadas y muy femeninas que hace lucir las manos.
Esta propuesta estética que se posiciona como optimista y alegre ha tenido con el paso del tiempo algunas variaciones, siendo una de las más actuales la estilo butter frenchies, que no es más que un reinvento de la popular manicura francesa.
En este caso, la típica línea o borde en color blanco que caracteriza a esta manicura se sustituye por una de tono amarillo. En este contexto, se presentan muchas otras propuestas como la adición de flores, medias lunas en la base o lo que se conoce como francesa invertida, además del alternado de estos diseños en algunas uñas.
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Como es un nail art muy versátil, se puede aplicar cualquier variedad de efectos, como el nacarado, glaseado o cromado, para que sea mucho más llamativo o distinto. Hay quienes optan por la variedad de versiones o tonalidades que tiene el amarillo para poner en práctica estos diseños, logrando lo que se conoce como lemon butter nails, que tienden más a un color limón, es decir de aspecto verdoso.
¿Qué tomar en cuenta al llevar esta manicura?
Para muchos esta idea es perfecta para los días primaverales por su tonalidad y todo lo que evoca. Se puede combinar muy bien con los looks casuales y con los atuendos de verano, en especial, los vestidos que son floreados; sin embargo, los diseños más clásicos de este nail art pueden llevarse muy bien con trajes de taller formales.
En cuanto al maquillaje, expertos recomiendan que el natural y luminoso es el más adecuado para lucirlo, que incluya sombras cálidas, labios rosa o nude y delineado discreto para que estén a juego con las uñas y no le resten protagonismo. La idea es verse tan fresca y natural como las manos.