Entre todos los destinos más exóticos para hacer turismo en Chihuahua, sí o sí hay que destacar en esa lista la tan imponente cascada Piedra Volada, la cual puede ser capaz de dejarte sin palabras tanto por su sorprendente belleza como por las divertidas actividades al aire libre que podrás disfrutar en esas áreas.
Se trata de uno de los tesoros naturales más destacados de México, la cual de por sí cuenta con varios paisajes únicos en la región como la Barranca de Candameña, o la cascada Basaseachi, todo esto dentro del Parque Nacional Basaseachi.
Con esto en mente, es importante dar un poco de contexto acerca de este destino para hacer turismo en la cascada más profunda de todo el país, la cual tiene una extensión de medio kilómetro y por ende, la hace muy atractiva para los visitantes nacionales y extranjeros.
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Razones para visitarla
Si eres una persona que no le tema a las alturas y que siempre está en constante búsqueda de nuevas experiencias, entonces este debe ser uno de los destinos más interesantes para tus próximas vacaciones.
La gran pared vertical es súper imponente, desde donde podrás observar un paisaje sin igual y casi irreal, digno de una película de ciencia y ficción. Eso sí, se aclara que su caminata no es para nada sencilla, por lo que se recomienda que solo los expertos y con mucha experiencia se adentren a ella.
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La llegada desde su base puede tardar más de dos horas de caminata. A pesar de lo extenuante que pueda parecer, este recorrido definitivamente valdrá la pena ya que mientras vas caminando, puedes ir conociendo algunas especies que habitan únicamente en la sierra, como los pájaros coa, jabalíes, cholugos y otros animales adicionales.
Según explica “mexicodesconocido.com.mx”, si lo que deseas es apreciar en todo el esplendor de la cascada Piedra Volada, definitivamente vas a necesitar de la asistencia de los guías locales, quienes pueden llevarte por el camino habilitado para este propósito.
Reiteramos, es un destino para hacer turismo de alto impacto en todo México, pues te espera una cascada de 453 metros, un dato no menor que siempre nos recuerda lo imponente que puede ser la naturaleza.