En los gimnasios es cada vez más frecuente ver cómo se incrementan los ejercicios pliométricos, que consiste en un entrenamiento fitness basado en la ejecución de saltos. Si tu objetivo es mejorar tu forma física, es un buen momento para comenzar.
¿Qué son los ejercicios pliométricos?
Los ejercicios pliométricos son aquellos que abarcan períodos breves e intensos de actividad, enfocados en trabajar las fibras musculares de contracción rápida en la parte inferior del cuerpo. Estas fibras son responsables de generar la potencia explosiva, necesaria en disciplinas como la carrera o los saltos.
El entrenamiento con ejercicios pliométricos constituye una parte esencial en la rutina de la mayoría de los atletas que participan en deportes que demandan movimientos rápidos y potentes, tales como básquetbol, voleibol, tenis o atletismo. Además, contribuyen con la coordinación, agilidad, la flexibilidad y la capacidad cardiovascular.
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Para todas aquellas personas que quieren iniciarse en los ejercicios pliométricos se recomienda realizarlos en una superficie segura y acolchada, que ayudará a absorber parte del impacto y reducirá el estrés en las articulaciones. Saltar sobre asfalto o baldosas no es aconsejable. La clave reside en aterrizar suavemente, doblando las piernas, sin bloquear las rodillas.
¿Cuáles son los ejercicios pliométricos recomendados para principiantes?
Saltos laterales
Iniciamos el entrenamiento con ejercicios pliométrico de pie y con los pies juntos. Transferimos nuestro peso a la pierna derecha y saltamos lo más lejos posible hacia la izquierda apoyando primero el pie izquierdo y luego el derecho. Repetimos el proceso en el lado opuesto.
Salto a la comba
Este ejercicio, imprescindible en la rutina de varios deportistas, consiste en saltar a la comba. Es sumamente efectivo al enfocarse en movimientos rápidos con poco contacto con el suelo. Además, contribuye a mejorar la coordinación y, con el tiempo, la altura y velocidad de los saltos.
Saltos hacia adelante
Nos erguimos en posición vertical con los pies en proximidad. Flexionamos las rodillas y ejecutamos un salto enérgico hacia delante alcanzando la mayor distancia posible. Giramos nuestro cuerpo y repetimos el salto para retornar a la posición de partida. Este conjunto de movimientos constituye una iteración. Será necesario realizar de 5 a 10 repeticiones en series que oscilen entre 1 y 3, lo que nos otorga el descanso preciso entre cada una de ellas.