Las tuercas y tornillos siempre será útiles para cualquier clase de proyecto, de ahí la importancia de almacenarlos para el futuro. Sin embargo, dichos materiales pueden oxidarse rápidamente y para ello hace falta aplicar una serie de trucos de limpieza para retomar su versión original, con la que tendrá una mejor apariencia.
No hace falta que vayas a una ferretería para comprar nuevas piezas, pues con algunos pasos sencillos verás cómo toda la suciedad saldrá por sí sola y, lo más importante, vas a usar productos que seguramente ya tienes en tu cocina.
Vinagre y sal
Empezamos la tarea de remover el óxido de las tuercas y tornillos con uno de los viejos trucos de limpieza más confiables: con vinagre y sal. La razón es sencilla, y es que al mezclarse estos compuestos pueden generar una reacción química que elimina estos restos de suciedad.
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Ten en cuenta que el óxido se genera por la exposición a los elementos y a la humedad, y el vinagre con la sal van a permitir remover estas partículas. Lo único que debes hacer es sumergir las piezas en esta mezcla por al menos unos tres días, notarás los resultados.
Aceite mineral
Otro de los trucos de limpieza más confiables hoy día, ya que únicamente vas a usar aceite vegetal, preferiblemente que contenga oligoelementos, lo que ayudará a que el óxido se afloje de mejor manera.
La corrosión en las tuercas y tornillos caerá por sí sola, pero antes debes dejarlas sumergidas al menos por unos cuatro o seis días, un dato no menor, especialmente si planeas usar estas piezas para un proyecto a corto plazo.
Bicarbonato sodio
No podíamos terminar una lista de trucos de limpieza sin mencionar el bicarbonato de sodio, uno de los clásicos en el mantenimiento de superficies. Como era de esperarse, eso se puede aplicar para remover el óxido en tuercas y tornillos.
El siguiente paso será formar una pasta con bicarbonato y agua y cubrir por completo estas piezas de metal por algunas horas, esta es la mejor alternativa para usar dichas herramientas el mismo día.
Luego con el uso de un cepillo de cerdas duras termina el proceso y las dejas reposar unas horas, para finalmente limpiarlas con un trapo húmedo y verás cómo cambió el aspecto rápidamente.