La llegada del invierno ocasiona que las temperaturas empiecen a bajar y eso obliga, a quienes cuenten con suculentas en sus jardines, a comenzar un proceso de adecuación del espacio para protegerlas del frío. Es que pensar que nuestras plantas se adaptarán a las condiciones climáticas puede ser un error. Por eso te dejamos algunos consejos para extremar su cuidado.
Existen especies de suculentas que muestran resistencia al frío, ya que toleran mejor las heladas y las bajas temperaturas del invierno, e incluso algunas de estas plantas pueden soportar nevadas.
En regiones con climas moderados, es posible dejar estas suculentas al aire libre durante el invierno. Pero cada especie de suculenta tiene necesidades distintas y no todas comparten la misma capacidad de adaptación al entorno de tus plantas.
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En áreas donde las temperaturas invernales no descienden significativamente, no surgirán inconvenientes, pero en lugares con inviernos rigurosos será necesario proteger las plantas, ya que la nieve puede causar daños considerables.
Especies de suculentas resistentes al frío incluyen aquellas que pertenecen a los géneros Sempervivum, Sedum y Euphorbias, como Sedum palmeri, Sedum sexangulare, Sedum spurium, Sedum rupestre, Orostachys, Oscularia deltoides, Sempervivum, Delosperma echinatum, Graptoveria Fred Ives, Sedum spathulifolium y Sedum sieboldii.
¿Cómo cuidar las suculentas del frío del invierno?
Para resguardar las plantas de suculentas del frío es recomendable ubicar bajo techo aquellas especies que no toleran temperaturas bajas. Es preferible en el interior de tu hogar, en un lugar donde puedas garantizar suficiente luz.
Como las suculentas están habituadas a la luz brillante de manera regular, en entornos sin luz solar será necesario contar con iluminación artificial para que las plantas crezcan de manera saludable y sin estrés.
Lo que habrá que tener en cuenta es que las suculentas cuenten con un sustrato de buen drenaje y macetas con orificios de drenaje. Reduzca los riegos y evita realizar podas, decapitaciones, trasplantes o reproducciones. Protege tus suculentas del frío mediante el uso de malla antiheladas, que aisla térmicamente y condensa la humedad para prevenir que la helada afecte a las plantas. Exponer las suculentas a temperaturas de congelación nunca es recomendable, ya que pueden sufrir daños irreparables debido a la expansión del agua en sus tejidos.