El tiramisú es uno de los postres favoritos y su popularidad se debe a varias razones. En primer lugar, su sabor, uno muy distintivo y delicioso, el cual lo vuelve muy atractivo al momento de pedir un dulce.
La combinación entre lo dulce y lo amargo es clave en este rico pastel. Las capas de bizcocho empapados en café, crema de mascarpone y cacao en polvo crean una experiencia única y satisfactoria.
Otra de las características por las que el tiramisú es tan demandado es debido a su textura suave y cremosa, que lo hace irresistible para quienes se inclinan por un plato dulce.
El tiramisú tiene una presentación muy original que lo hace aún más atractivo. Las capas superpuestas de bizcocho y crema, a menudo decoradas con un espolvoreado de cacao en polvo o ralladura de chocolate, lo hacen diferente y muy especial.
Otra razón por la que este postre es tan solicitado es su versatilidad. Aunque existe una receta clásica, hay quienes le han hecho ligeras variaciones a su preferencia, convirtiéndolo en un postre muy noble y adaptable, sin dejar de perder su esencia.
Hay quienes han preparado el tiramisú incorporándole sabores como el chocolate, el café con licor, el caramelo o incluso frutas, y gracias a estos cambios cada día son más los que lo incluyen en su lista de postres favoritos.
Tradicionalmente, se sirve en porciones individuales en forma de capas en un plato o vaso. Muchas personas lo acompañan con una taza de café, ya que la combinación del sabor dulce del tiramisú y el amargo del café es deliciosa. Sin embargo, también se puede disfrutar por sí solo. No hay excusas cuando se quiere degustar uno.
Desde el portal Radio Mitre ofrecen una receta de tiramisú muy fácil y rápida de preparar. Además, se trata de una propuesta que incluye un ingrediente secreto, que es el cacao amargo. Esta alternativa de preparación está pensada para un postre elaborado en un molde de 27x13cm.
Ingredientes
- 400 gramos de queso mascarpone
- 200 cc de crema de leche
- 100 g de azúcar
- 4 yemas
- 300 cc de agua y café
- 12 vainillas
- Y el ingrediente secreto: el cacao amargo.
- Estas medidas son suficientes para preparar el postre en un molde de 27x13cm.
Paso a paso
- Se debe preparar el café para poder mojar las vainillas. Luego, poner en un recipiente las cuatro yemas, los 300 cc de agua y los 100 gramos de azúcar, para cocinarlo a baño maría al menos por cinco minutos, hasta que el azúcar quede totalmente disuelta.
- Una vez que se desintegró el azúcar, se debe retirar la mezcla del fuego y batir a buen ritmo (o con batidora eléctrica) hasta que se enfríe. El indicador para reconocer que está lista la mezcla va a ser el tono pálido que va a adquirir y que duplicará el volumen.
- Para poder utilizar el queso mascarpone se debe retirar un rato antes del refrigerador, el cual se debe colocar en un recipiente junto a la crema de leche batida a medio punto. A esta mezcla se le debe agregar la de las yemas, que se preparó en un principio.
- Por último, se debe armar el postre, para esto se debe acomodar una capa de vainillas mojadas en café y, por encima, una capa de crema. Las capas pueden ser a elección de quien cocina.
- Para finalizar, espolvorear con cacao amargo y dejar el postre en el refrigerador por seis horas.