Las rutinas de limpieza y organización del hogar muchas veces resultan agotadoras y poco efectivas debido a que no se conoce un procedimiento idóneo para hacer esta tarea con prontitud y esperados resultados. Son muchas las propuestas que han surgido para darle una mano a quienes realizan esta importante labor en casa y entre estas una que se ha vuelto muy llamativa es el método hinch.
Esta propuesta de aseo y orden se ha popularizado por la influencer británica Sophie Hinchcliffe, también conocida como Mrs. Hinch y de ahí se deriva su nombre. Ella se centra en brindar técnicas y consejos prácticos para simplificar estas labores y hacer de la rutina una muy eficiente.
Quienes se decidan por poner en práctica esta idea de limpieza deben centrarse en sus principios básicos que son organizar las tareas bajo criterios de temporalidad y así dividirlas en las que se hacen de forma diaria, semanal y mensual.
Con estos aspectos definidos, la limpieza se hace por prioridades o demandas y así se asigna un momento del día para las más simples, un día específico de la semana para las más profundas y un otro específico del mes para las más exigentes.
Con la aplicación de este método de aseo se tendrá claro cuándo se debe realizar lo básico, como por ejemplo el hacer la cama, limpiar superficies, vaciar las papeleras de basura y también se precisará cuándo corresponde limpiar baños o botar papeles o artículos a los que ya no se les de uso.
Otro aspecto del método de Sophie Hinchcliffe es usar productos de limpieza favoritos que resulten agradables por el olor o por su manera de aplicación, ya que la idea es hacer de la rutina de limpieza una experiencia agradable.
El método hinch también se enfoca en la organización del hogar. Sophie Hinchcliffe utiliza soluciones de almacenamiento como cestas, contenedores y organizadores para mantener los objetos en su lugar y evitar el desorden.
Finalmente esta alternativa también destina un apartado para el mantenimiento con el propósito de evitar que el desorden y la suciedad se acumulen. Es por esto que recomienda realizar pequeñas tareas de limpieza y organización diarias, como, por ejemplo, colocar en el lugar que corresponda todos los platos y utensilios de cocina una vez que se laven o guardar la ropa después de que esté limpia y seca, así no se acumulan más actividades para la rutinas de limpieza profunda o detallada.