Carlos Rivera es uno de los cantantes más populares y exitosos no solo en México, también es uno de los artistas más reconocidos en Latinoamérica. Pero antes de alcanzar esta fama, el cantante tuvo un paso importante en su carrera por el programa de televisión "La Academia" de TV Azteca.
Durante su estadía por este reality show, el artista musical demostró su talento y habilidad para cantar diferentes géneros, como baladas, pop, rock y música regional mexicana. Destacó por su carisma y personalidad, lo que lo condujo a ganarse el corazón del público y a convertirse en uno de los favoritos de la competencia, hasta lograr conquistar el primer lugar.
Sin embargo, detrás de todo este escenario hubo otra historia, la cual tuvo muchos matices. El artista musical contó en el podcast “Conquista tu Mundo” que no todo dentro de TV Azteca fue color de rosa, como muchos veían a través de las pantallas televisivas.
Carlos Rivera destacó que su estadía en el programa le dejó los mejores aprendizajes y oportunidades, por tal motivo siempre va a estar agradecido; sin embargo, también hizo saber que luego de su paso por este espectáculo, todo dio un giro desfavorable.
“No supieron manejarnos a la gran mayoría. Conmigo había muchas expectativas y planes, cosas que nunca se cumplieron. Pasaron unos meses y a mí me pusieron en una banca”, contó el intérprete musical para el programa online.
Carlos Rivera confesó que esto lo afectó a nivel emocional y que comenzó a dudar de su talento, de su proyección y de poder con nuevas oportunidades.
“Lo veo como una historia de amor; me enamoraron, me enamoré, fui feliz durante el noviazgo, pero ya luego durante el casamiento estuvo duro. Lo peor de todo es que al final era como: ‘Me tienes que dar las gracias porque te quise, sino nadie te hubiera querido’. Yo amé, pero no fue recíproco”, así describió su relación con el canal el también músico.
Pero esa historia quedó atrás, ahora son muchos los que reconocen su talento y se lo hacen saber por medio de las más favorables reacciones en redes sociales, cada vez que tienen la oportunidad de saber algo sobre él.