Mantener las toallas en óptimas condiciones no solo depende de la frecuencia de lavado, sino también de aplicar los trucos de limpieza adecuados. Según los expertos de Portugal Natura, una de las claves principales es lavarlas a una temperatura máxima de 30 a 40 grados en la lavadora, lo que evita el desgaste prematuro de los tejidos.
Pero no es lo único. Según la publicación, dentro de los trucos de limpieza recomendados esta el uso de productos suaves, evitando aquellos con componentes agresivos que puedan deteriorar la fibra textil. De acuerdo con una investigación, este método de aseo puede alargar la vida útil de las toallas en un 30 %.
Además, se aconseja prescindir de los suavizantes, ya que pueden reducir la absorción del tejido con el tiempo. Asimismo, los especialistas destacan la importancia del secado.
Para preservar la textura y suavidad de las toallas, es recomendable evitar la secadora y optar por el secado al aire libre, siempre lejos del sol directo. Este sencillo hábito de aseo contribuye a mantener las propiedades del material por más tiempo.