Con la llegada de los días más cálidos, es fundamental asegurarse de que el ventilador esté en óptimas condiciones para brindar alivio durante las altas temperaturas. Implementar trucos de limpieza efectivos no solo garantiza un mejor rendimiento, sino que también ayuda a alargar la vida útil de este imprescindible aliado en verano.

Mantener el ventilador limpio no es solo una cuestión estética, el polvo y la suciedad acumulados pueden afectar su eficiencia y dispersar partículas en el aire. Por eso, aplicar estos trucos de limpieza es esencial para evitar posibles problemas de salud, como alergias, y para prolongar la durabilidad del aparato. A continuación, te explicamos el método más práctico para limpiar tu ventilador.
- Cómo limpiar un ventilador
Antes de comenzar, asegúrate de que el ventilador esté apagado y desenchufado. Retira las rejillas protectoras y, si es posible, desmonta las aspas.
Utiliza un paño suave o un plumero para quitar el polvo acumulado en las piezas desmontadas. Un aspirador con boquilla pequeña también puede ser útil para acceder a zonas difíciles.
Llena un recipiente con agua tibia y un poco de detergente suave. Limpia las aspas y la rejilla con una esponja, asegurándote de eliminar toda la suciedad. Déjalas secar completamente antes de volver a montarlas.
Usa un paño ligeramente húmedo para limpiar el motor y la base del ventilador. Ten cuidado de no mojar las partes eléctricas.
Una vez que todo esté seco, ensambla las piezas y conecta el ventilador. Notarás una mejora en su funcionamiento y un aire más limpio.