En épocas de Cuaresma, las tradiciones culinarias de muchas familias toman protagonismo en la mesa, trayendo consigo recetas transmitidas de generación en generación. Entre estas, los buñuelos de manzana de mamá brillan por su sencillez, rapidez y el confort que evocan en cada bocado.
Esta receta no solo destaca por su rapidez, sino también por sus ingredientes simples y accesibles. Manzanas o perones, harina, huevos y un toque de limón son los pilares de un plato que se convierte en el favorito de chicos y grandes. Con un poco de creatividad, se puede enriquecer aún más esta receta añadiendo pasitas, que aportan una textura y un sabor únicos.
- Ingredientes
1-2 manzanas o perones (según tamaño).
3 cucharadas de azúcar.
10 cucharadas de harina.
1 cucharadita de Royal (levadura química).
1/2 limón.
2 huevos.
Aceite (el necesario para freír).
1/2 taza de pasitas (opcional).
- Preparación
Lava, pela y descorazona las manzanas o perones. Córtalos en rodajas finas o en pequeños cubos, según prefieras la presentación de los buñuelos.
Rocía las manzanas con el jugo de medio limón para evitar que se oxiden y añadirles un toque de frescura.
En un bol grande, tamiza la harina junto con la cucharadita de Royal. Añade las 3 cucharadas de azúcar y mezcla bien.
Incorpora los dos huevos a la mezcla de harina y azúcar. Revuelve hasta obtener una masa homogénea y sin grumos. Si la masa queda muy espesa, puedes añadir una pequeña cantidad de agua o leche para ajustar la consistencia
Si deseas, añade las pasitas a la masa y mezcla suavemente para distribuirlas de manera uniforme.
Calienta suficiente aceite en una sartén profunda a fuego medio. Asegúrate de que el aceite esté bien caliente antes de comenzar a freír, pero no al punto de humear
Toma una porción de manzana y sumérgela en la masa hasta cubrirla por completo. Luego, colócala con cuidado en el aceite caliente.
Fríe los buñuelos en tandas pequeñas para evitar que se enfríe el aceite. Cocínalos hasta que estén dorados por ambos lados, aproximadamente 2-3 minutos por lado.
Retira los buñuelos del aceite y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
Sirve los buñuelos calientes en un plato, espolvoreados con azúcar o acompañados de un poco de miel, si lo deseas.