El flan es un postre muy popular en muchas regiones del mundo por su antigüedad, facilidad y la utilización de pocos ingredientes. Los profesionales de la repostería sostienen que es una de las recetas más antiguas del mundo y que se remonta a siglos antes de Cristo cuando los romanos, griegos y fenicios ya lo preparaban.
En aquel entonces recibía el nombre de tyropatina, en la actualidad hay muchas versiones y recetas que se adaptan a los gustos personales. Si bien el clásico postre es el que se realiza con huevos, también hay de vainilla, café, chocolate, queso, coco, turrón, naranja, nata, galletas o el que te enseñaremos a hacer hoy, el flan de leche condensada.

Ingredientes
Para el flan
- 380 gramos de leche condensada
- 800 mililitros de leche
- 5 huevos
- Vainilla en polvo
Para el caramelo
- 150 gramos de azúcar
- 2 cucharadas de agua
Elaboración del postre
Es una de las recetas más sencillas en el mundo de la pastelería o repostería, simplemente debes prestar atención a la cantidad exacta de los ingredientes de ese dulce, puesto que una pequeña equivocación puede interferir en el resultado final de la exquisita preparación.
Ten en cuenta que el caramelo se puede comprar, pero si deseas hacerlo en casa, solo coloca en una sartén el agua y el azúcar a fuego medio, mueve el recipiente hasta conseguir un color uniforme; esto significa que el caramelo ya está listo. Ahora viértelo en el fondo de la flanera.
El siguiente paso de la receta es aún más sencillo: coloca en el vaso batidor el resto de los ingredientes y bate. No lo hagas demasiado porque se pueden formar burbujas que afectarán el sabor final del flan de leche condensada.
Ahora coloca la mezcla en flanera y lleva al horno a baño maría para que se cocine por 45 minutos a 180 ºC. Al finalizar la cocción, deja reposar en la nevera por al menos tres horas.
Muchos recomiendan que el secreto de esta receta es dejarlo en el refrigerador durante toda la noche.
Ya casi finalizamos. El último paso de una de las recetas más sencillas de flan es desmoldarlo justo antes de comerlo. Para esto, ayúdate con cuchillos para separar los laterales y evitar que se rompa. Puedes degustarlo solo, con frutos secos, frutos rojos o acompañado de nata montada.