En momentos donde el tiempo vale oro y donde la búsqueda de bienestar natural se ha convertido en tendencia, una receta ancestral resurge como una opción reconfortante. Estamos hablando del caldo de tomillo, también conocido como sopa de farigola, cuya popularidad explotó recientemente en las redes sociales.
Esta receta tradicional y sencilla llamó la atención de miles de personas que buscan alternativas naturales para fortalecer su organismo y mejorar su calidad de vida. Cabe mencionar que el tomillo es una hierba conocida por sus propiedades diuréticas, antibióticas naturales, efectos expectorantes y su consumo ayuda a fortalecer el sistema inmunológico en general.
Más allá de que esta receta promete ser un antibiótico natural, si los síntomas de una enfermedad son fuertes o se presenta fiebre elevada, siempre es mejor consultar a un profesional. Sin más preámbulos te damos el paso a paso para elaborar este delicioso y reconfortante platillo.
Ingredientes:
- Un buen ramillete de tomillo fresco (o 4 cucharadas de tomillo seco).
- 2 dientes de ajo.
- 1,5 litros de agua.
- 4 rebanadas de pan (preferiblemente duro).
- Sal al gusto.
- Aceite de oliva virgen extra.
Paso a paso:
Calienta el agua en una olla y cuando rompa el hervor suma el ajo, la sal y el tomillo. Deja hervir durante cinco minutos, apaga el fuego y deja reposar con la olla tapada durante otros cinco minutos para que el tomillo libere sus propiedades.
Mientras tanto, coloca las rebanadas de pan en platos individuales y riega cada una con un buen chorro de aceite de oliva. Por último, sirve el caldo de tomillo sobre el pan en cada plato, preferiblemente colándolo para evitar un exceso de hojas de tomillo.