Fue en verano de 2022 que la relación de Luis Miguel y Paloma Cuevas ocupó las principales portadas de los medios de comunicación de un lado y otro del Atlántico, no porque sea algo inverosímil que los famosos hayan encontrado refugio uno en el otro, sino por la relación previa que tenían que involucra, incluso, al exmarido de la diseñadora, el reconocido torero Enrique Ponce.
El cantante y la exmodelo se conocen desde que eran muy jovencitos, de hecho, su vínculo comenzó hace poco más de dos décadas cuando el padre de Luis Miguel, Luisito Rey, se acercó a Victoriano Valencia, padre de Paloma Cuevas, por el gran fanatismo que tenía por el mundo taurino.
El lazo que Luis Miguel y Enrique Ponce creían que era irrompible
Tras el lazo irrompible que Luis Miguel tenía con la familia de Paloma Cuevas, fue que formó una bonita amistad con Enrique Ponce, tanto es así que el intérprete de “Hasta que me olvides” es el padrino de una de las hijas del exmatrimonio español.
Además, el empresario Miguel Alemán Magnani tuvo mucho que ver en esta relación, de hecho, personas del entorno del músico y del diestro aseguran que habría sido el presidente de Interjet quien los habría presentado en Acapulco. En el año 2009 se pudo ver a Paloma Cuevas con el padre de sus hijos, Luis Miguel, y su pareja de ese momento, Genoveva Casanova, disfrutando de unas vacaciones en Tenerife.
Además, algo que comparten los famosos es su pasión por el golf, un deporte que cada vez que tenían oportunidad practicaban juntos. A pesar de que tuvieron un bonito lazo, todo se derrumbó cuando la exmodelo española y el torero pusieron punto final a su matrimonio.
Según los trascendidos, el “Sol de México” le habría dado la espalda a su confidente y habría apoyado a Paloma Cuevas en la separación. Tiempo después, el valenciano confesó ante la prensa que “no tenían relación desde que se separó de la madre de sus hijas”.