En la mayoría de las ocasiones, las paredes de los dormitorios están pintadas de blanco, un color que es asociado a la idea de amplitud y la versatilidad. No obstante, el 2025 marca un cambio radical en este concepto de decoración, ya que muchos expertos aseguran que los tonos oscuros llegan para quedarse.
Estos colores, lejos de ser opresivos, son una manera eficaz de crear espacios acogedores, elegantes y profundamente relajantes. Tonos como el azul marino, el verde jade o el marrón cálido suman serenidad a la decoración de la habitación de tu hogar, logrando crear un refugio perfecto para desconectar del ritmo frenético del día a día.
- La conexión con la naturaleza
Los tonos oscuros tienen la virtud de lograr entornos naturales, evocando la calma del bosque o la inmensidad de un océano. Estos colores, al reducir la estimulación visual, invitan a relajarnos generando un ambiente propicio para un descanso placentero. Además, en línea con las tendencias decorativas de 2025, donde la naturaleza será clave, estos colores implementados en las habitaciones ayuda a reforzar la conexión emocional con el entorno natural.
- Descanso reparador en un entorno envolvente
Contrario a la creencia de que los colores oscuros hacen que un espacio parezca más pequeño o frío, los expertos en interiorismo aseveran que, cuando se usan adecuadamente, pueden transformar el dormitorio en un lugar íntimo. Según le reveló al sitio web “Arquitectura y Diseño” la interiorista Meritxell Ribé, indicó: “Colores como el azul profundo o el verde oscuro no solo bloquean la luz de forma más efectiva, sino que también generan una sensación envolvente que favorece el descanso”.
- Equilibrio entre luz y sombra
La clave está en aprovechar al máximo los colores oscuros en el dormitorio y combinarlo con una iluminación apropiada, un aspecto fundamental es crear capas de luz que suavicen las sombras y destaquen las texturas. Te aconsejamos que uses iluminación artificial, como lámparas de pie o apliques, con luz natural directa para evitar que el espacio se perciba demasiado cerrado.