El bizcocho de manzana es una de las clásicas recetas que nunca falla, conquistó a los paladares de todo el mundo y es ideal como postre, desayuno o para el té.
Acerca del origen del dulce, según los expertos en pastelería, las primeras referencias se remontan a la Europa medieval, donde la manzana era el ingrediente perfecto para incontables platillos. Otros historiadores culinarios señalan que se originó en Inglaterra. La expansión en América fue tras la colonización; en Estados Unidos es uno de los clásicos infalibles de la gastronomía.
Ingredientes
- 3 manzanas
- 4 huevos
- 1 vaso de nata líquida
- 2 vasos de azúcar
- 3 vasos de harina
- 1 cucharada de levadura
- Anís en grano
- 1 limón
- ½ cucharaditas de canela en polvo
- Caramelo líquido.
Preparación de la receta
El primer paso de una de las clásicas recetas de bizcocho de manzana consiste en cascar los huevos en un bol grande, batir con las varillas, añadir nata, azúcar y remover bien hasta que se integre todo. Incorpora la canela, la harina tamizada, la levadura y un poco de anís en grano molido. Bate bien hasta conseguir una mezcla homogénea. Reserva.
A continuación, pela las manzanas y pártelas por la mitad. Debes retirar el corazón y a dos de ellas cortarlas en daditos pequeños. El resto en medias lunas. Agrega esto a la preparación anterior.
Ahora, exprime el jugo de un limón y rocíalo por el resto de las manzanas que quedaron, en medias lunas; el objetivo es evitar que oxiden.
En un molde redondo que sea desmontable, unta caramelo lo más que puedas. Ya casi finalizamos una de las recetas más sencillas para sorprender si tienes invitados en casa.
Coloca en la base las manzanas cortadas en medias lunas superpuestas. Agrega la masa y nivela adecuadamente la superficie. Lleva el postre al horno precalentado a 180º por 35 minutos. Retira, deja templar, desmóldalo y sirve.