En el mundo de la repostería, pocas cosas se comparan con el sabor reconfortante de una tarta de manzana hecha en casa. Esta receta tradicional de abuela no solo es fácil de seguir, sino que también promete convertirse en un clásico de tu cocina, llevándote a hacerla al menos una vez al mes.
Hacer esta receta y acompañarla con una bola de helado de vainilla o una cucharada de crema batida puede convertir cualquier momento en una ocasión especial.
- Ingredientes
-4 manzanas pequeñas o 3 grandes (aproximadamente un kilo)
-1 taza de azúcar
-1 taza de harina
-1 taza de leche
-2 huevos
-1/4 taza de aceite de girasol (ideal porque no opaca el sabor de las manzanas, a diferencia del aceite de oliva)
-1 cucharadita de polvo de hornear
-Una pizca de sal
- Preparación:
-Comienza pelando y cortando las manzanas en rodajas finas. La abuela siempre decía que la clave está en la uniformidad de las rodajas para asegurar una cocción homogénea.
-En un bol grande, tamiza la harina junto con el polvo de hornear y la pizca de sal. Esto ayudará a que la masa sea ligera y esponjosa.
-En otro recipiente, bate los huevos y añade la taza de azúcar, la leche y el aceite de girasol. Mezcla hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.
-Agrega la mezcla de ingredientes secos a la mezcla líquida, removiendo suavemente hasta obtener una masa homogénea. Aquí es donde el toque de la receta de la abuela se hace presente: la paciencia y la delicadeza al batir.
-Añade las rodajas de manzana a la masa, asegurándote de que queden bien cubiertas por la mezcla.
-Precalienta el horno a 180°C (350°F). Vierte la masa en un molde previamente engrasado y enharinado. Hornea durante aproximadamente 45-50 minutos, o hasta que la tarta esté dorada y al insertar un palillo en el centro, salga limpio.