El maquillaje coreano se ha convertido en una tendencia mundial gracias a su enfoque en la naturalidad y la luminosidad. Para quienes tienen párpados caídos, este estilo es una solución perfecta para realzar la mirada.
El maquillaje coreano destaca por su simplicidad y equilibrio. Usando tonos suaves, delineados sutiles e iluminación estratégica, logra transformar los párpados encapotados en un lienzo lleno de luz y profundidad.
El primer paso para cualquier maquillaje exitoso es una piel bien hidratada. Limpia tu rostro con un gel suave y aplica crema hidratante. Usa un contorno de ojos para evitar que el maquillaje se agriete en esta zona delicada. Para los párpados, pon un primer que ayude a fijar las sombras y evite que se formen pliegues durante el día.
Unifica el color de tus párpados con una capa ligera de corrector. Opta por uno de cobertura media o alta, difumínalo suavemente con una esponja o los dedos para un acabado natural.
Elige tonos suaves como beige, melocotón o rosa pastel para el párpado móvil. Difumina bien el color hacia la cuenca para crear una transición sutil que suavice los pliegues. Luego, aplica un tono más oscuro en la esquina exterior del ojo y en el párpado inferior para añadir profundidad sin endurecer la mirada.
Para un toque de luz, utiliza una sombra satinada o con brillo en tonos champagne o perla. Aplícala en el centro del párpado móvil y en el lagrimal. El delineado es clave. Usa un lápiz o delineador líquido marrón o negro para trazar una línea fina cerca de las pestañas superiores. Extiende el delineado ligeramente hacia afuera de forma horizontal.
Riza tus pestañas y aplica máscara para alargarlas y separarlas. Si prefieres un toque más glamuroso, utiliza pestañas postizas. Finalmente, usa un iluminador o sombra clara justo debajo y dibuja una sombra sutil con un tono marrón claro para simular volumen.