Las cejas tienen un impacto sorprendente en nuestra apariencia. Pequeños cambios en su forma pueden alterar por completo la armonía del rostro. Por ello, cada vez más personas buscan soluciones permanentes y naturales para mantener sus cejas siempre perfectas. Entre las técnicas en tendencia, el nanoblading ha destacado como una de las mejores opciones.
Este ha ganado terreno frente a otras técnicas como el microblading y el laminado de cejas. Su principal ventaja radica en su precisión y durabilidad, gracias al uso de agujas ultrafinas que permiten dibujar pelo a pelo con gran detalle.
El proceso incluye la introducción de pigmento en las capas más superficiales de la piel, lo que garantiza un acabado suave y realista. El tratamiento suele durar alrededor de dos horas y media, un poco más que otras técnicas, pero su efecto es mucho más prolongado.
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Por su parte, el microblading es una opción popular, pero ofrece una durabilidad menor, de entre 12 y 18 meses. Aunque se basa en el mismo principio de rellenar las cejas pelo a pelo, esta técnica utiliza agujas algo más gruesas, lo que puede generar un resultado ligeramente menos detallado en comparación con el nanoblading.
Para quienes prefieren un estilo más sencillo y menos invasivo, el laminado es otra opción a considerar. Inspirado en el lifting de pestañas, este fija las cejas hacia arriba, proporcionando un aspecto peinado y ordenado durante aproximadamente cinco semanas.
Es perfecto para personas con cejas rebeldes o desordenadas. Su efecto es mucho más temporal en comparación con las otras técnicas y no es recomendable para quienes tienen afecciones en la piel o cicatrices cerca de los ojos.