Cuando terminamos de fregar los suelos, es común vaciar el cubo de agua sucia en el inodoro y dejar secar el trapeador. Sin embargo, este hábito podría estar comprometiendo la limpieza de nuestro hogar.
Para mantener el trapeador libre de bacterias, se puede seguir un truco de limpieza sencillo que solo lleva unos minutos. Primero, se recomienda llenar el cubo con agua caliente y añadir vinagre blanco de limpieza.
Luego, el mocho del trapeador debe sumergirse y dejarse en remojo durante unos 30 minutos. Al finalizar, verás cómo el agua se ha vuelto turbia, revelando la suciedad acumulada.
Además de esta desinfección diaria, se sugiere realizar una limpieza más profunda una vez al mes. Para ello, basta con preparar una mezcla de agua caliente, oxígeno activo y detergente. Deja el trapeador remojando durante una hora para eliminar cualquier residuo.
Al estar en contacto con todo tipo de residuos y bacterias del suelo, el trapeador puede convertirse en un foco de gérmenes si no se limpia adecuadamente. Si no se desinfecta después de cada uso, las bacterias pueden multiplicarse en sus fibras.
Además, este puede generar malos olores y perder efectividad, ya que las fibras sucias no atrapan bien la suciedad.
Otro consejo importante es utilizar trapeadores diferentes para cada área de la casa. Por ejemplo, uno para la cocina y baños, y otro para el salón, habitaciones y pasillos. La razón es que los tipos de suciedad varían según la estancia.