Cubrir las ojeras puede parecer una tarea sencilla. Sin embargo, muchas veces se cometen errores que, en lugar de mejorar, empeoran la situación. Aplicar demasiado corrector o elegir un tono muy claro son algunos de los fallos más comunes.
Para evitar estos problemas, se ha hecho popular un método de 6 pasos que ayuda a cubrir las ojeras de manera efectiva y natural para conseguir un acabado impecable en tu rutina diaria de maquillaje.
El primer paso es hidratar el contorno de ojos. Aplicar una crema hidratante específica para esta zona ayudará a suavizar la piel y evitar que el maquillaje se acumule en las líneas de expresión.
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El siguiente paso es neutralizar el tono de las ojeras, ya que no todas tienen el mismo color. Si las tuyas son azuladas y tu piel es clara, lo mejor es utilizar un corrector en tono melocotón. Si tienden más al café, un corrector anaranjado funcionará mejor.
Con las ojeras neutralizadas, llega el momento de iluminar. Para ello, utiliza un corrector que sea del mismo tono que tu piel. Aplícalo desde el lagrimal y extiende el producto hacia las sienes siguiendo la línea inferior de las pestañas.
Al fijar el corrector con polvo compacto, se evita que el producto se acumule en las líneas de expresión logrando un acabado más duradero y uniforme. Lo ideal es elegir un polvo que coincida con el tono del corrector para mantener la armonía en el maquillaje.
Para asegurar que el maquillaje se mantenga intacto durante todo el día, el uso de polvo translúcido es clave. Con una brocha pequeña y suave, aplica una ligera capa de este sobre el contorno de los ojos. Esto sellará el corrector evitando que se mueva o marque las líneas de expresión.
Si tu piel tiende a ser seca, el uso de polvo puede acentuar las líneas finas y dejar un acabado acartonado. Para evitarlo, finaliza con una bruma fijadora e hidratante. Rocía ligeramente sobre la zona de las ojeras y da suaves toques con una esponja limpia.