A sus 85 años, Carolina Herrera sigue siendo un ícono indiscutible de la elegancia y el buen gusto. Esta característica distintiva no solo ha definido su persona, sino que también ha impregnado cada una de las prendas que ha diseñado a lo largo de su exitosa carrera. Su marca, ahora bajo la dirección creativa de Wes Gordon, continúa siendo la favorita de las mujeres mejor vestidas del mundo.
Aunque se ha retirado oficialmente, la empresaria mantiene un vínculo estrecho con el mundo de la moda. No se pierde ni un desfile de su firma ni de sus colegas más cercanos. Además, su presencia es habitual en eventos relacionados con el arte y la moda, donde sigue demostrando que su estilo permanece intacto con el paso del tiempo. Su sofisticación se refleja en cada detalle, desde la elección de sus prendas hasta su peinado, maquillaje y los estilos nail art.
A lo largo de los años, Herrera ha mostrado una valentía admirable al experimentar con colores y estampados, siempre llevándolos con una gracia inigualable. En cuanto a belleza, el labial rojo ha sido su sello distintivo desde sus noches en Studio 54. Sin embargo, cuando se trata de uñas, ha sido fiel a una manicura elegante y discreta de color nude. Este tono rosado, casi imperceptible, realza la elegancia natural logrando una apariencia limpia y cuidada que añade un toque de sofisticación a las manos.
Este estilo se ha convertido en una de sus reglas de oro para mantener un look impecable. Favorece a cualquier mujer, requiere menos mantenimiento que los colores oscuros y siempre luce bien. Así, Carolina Herrera sigue siendo un referente de estilo y sofisticación demostrando que la elegancia verdadera es atemporal.