Con la llegada del otoño, las temperaturas comienzan a bajar, los días se acortan y las lluvias se hacen más esporádicas. Estos cambios afectan directamente a nuestras plantas, por lo que es importante estar atentos a sus nuevas necesidades. El otoño, aunque pintoresco y lleno de matices, presenta ciertos retos para quienes practican la jardinería.
Jardinería: 7 aspectos clave para cuidar de tus plantas en otoño
Suelo más fresco
El descenso de la temperatura mantiene la tierra fresca, lo que ayuda a conservar la humedad por más tiempo. Aunque esto es beneficioso para plantas que requieren humedad constante, también puede provocar una saturación si no se controla el riego adecuadamente. Evitar que las raíces se inunden.
Mueve al interior las plantas delicadas
Si tienes plantas que has sacado al exterior durante el verano, es momento de traerlas de vuelta al interior. Las bajas temperaturas pueden dañar sus hojas o pudrir las raíces por exceso de humedad. Además, revisa que no hayan sido infestadas por plagas mientras estaban fuera.
Te podría interesar
Mayor exposición a plagas
El clima más cálido puede atraer plagas como ácaros y pulgones. Estos insectos debilitan las plantas al alimentarse de ellas. Es importante actuar rápidamente utilizando insecticidas naturales que no sean dañinos para las plantas.
Hojas caídas: una capa protectora
Al descomponerse, estas hojas enriquecen la tierra con nutrientes. Si no se retiran adecuadamente, podrían bloquear el agua y promover la aparición de hongos.
Riesgo de erosión
Aunque las lluvias otoñales son más suaves, aumenta el riesgo de erosión en suelos mal drenados. Este fenómeno arrastra las partículas del suelo, lo que elimina la capa fértil y debilita a las plantas.
Menos necesidad de riego
Las plantas reducen su actividad y el suelo absorbe menos agua. La evaporación es más lenta, lo que significa que no necesitan tanta agua como en verano. Revisar que la tierra esté completamente seca antes de volver a regar.
Menos luz solar
El acortamiento de los días reduce la cantidad de luz solar que reciben las plantas. Es posible que debas mover tus plantas hacia lugares más iluminados o incluso recurrir a luces artificiales para garantizar su crecimiento saludable.