Claro que existen millones de plantas alrededor del mundo que, sin duda alguna, podrían darle un giro positivo a tu jardín, pero la que te mencionaremos a continuación cuenta con características especiales.
Se trata de la flor desierto, científicamente conocida como Adenium Obesum. Esta planta soporta temperaturas elevadas sin secarse, ya que también tolera la sequía.
Los jardineros remarcan que cuenta con flores sumamente llamativas, alegres y energéticas que, por supuesto, nunca pasan desapercibidas por la manera en la que iluminan cualquier espacio.
Asimismo, los expertos señalan que este tipo de planta cuenta con un tronco muy grueso y retorcido con hojas verdes brillantes que la hacen lucir hermosa a simple vista.
En cuanto al tamaño, las plantas de esta clase tienden a medir un mínimo de 5 centímetros de diámetro, pero un máximo de 2 o 3 metros de altura si se encuentra en su hábitat natural durante el proceso de desarrollo.
Hay que señalar que, por lo general, esta planta sobrevive largos periodos sin agua porque el tronco almacena líquido, el cual reserva cuidadosamente hasta su uso.
Cuidados de la flor del desierto
Aunque pienses que por su atractivo visual podría requerir muchos cuidados, lo cierto es que no es así. La flor del desierto solo necesita de los cuidados básicos de una determinada planta.
En primera instancia, necesita de la luz directa del sol para desarrollarse de forma natural y también requiere de un ambiente cálido.
Para el riego de la misma, los jardineros recomiendan solo regar el arbusto cuando el sustrato esté completamente seco y así evitar que se pudran las raíces por el agua que reservan.
Por último, pero no menos importante, los expertos aconsejan utilizar un abono con buen drenaje para la planta y fertilizantes con componentes nutritivos que puedan aplicarse en la primavera o el verano.
Con todas las acotaciones dadas, podrás tener en casa la flor del desierto sin que esta se marchite, deshidrate o su crecimiento se estanque.