Durante los años de la colonia México llegó a acuñar las primeras monedas del nuevo continente y entre tantas piezas fabricadas algunas de las más reconocidas son las famosas ‘Peluconas”, que en la actualidad pueden llegar a cotizarse en millones de pesos entre los aficionados por la numismática.
Estas monedas de oro fueron acuñadas en la Casa de Moneda de México, la primera en América, entre 1732 y 1759, y se caracterizaban por tener las efigies de los reyes Felipe V, Fernando VI y, ocasionalmente, Carlos III. Debido a que los monarcas lucían grandes pelucas, estas pecunias fueron bautizadas como las ‘Peluconas’ y las denominaciones más comunes eran los escudos y los doblones.
Debido a su elevado valor, quienes poseían una o varias de estas monedas ‘Peluconas’ las atesoraban cuidadosamente. La frase “no te vayan a despelucar” surgió como una advertencia popular para actuar con prudencia en los negocios y evitar el robo o la pérdida de estas valiosas piezas.
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Numismática: ¿Cómo distinguir una ‘Pelucona’ de oro?
La pureza y el valor de estas monedas ‘Peluconas’ las hicieron ideales para grandes transacciones y como reserva de valor, circulando no solo en Nueva España, sino también en otras regiones del mundo. El diseño de las monedas de oro conocidas como ‘Peluconas’ refleja el estilo francés de la época ya que en el anverso de estas pecunias se destacan las efigies de los reyes, por lo que los escudos quedaron en el reverso.
Las ‘Peluconas originales’ siguen siendo muy apreciadas por los aficionados por la numismática y el valor de una de estas piezas de oro varía según su estado de conservación, rareza, año de acuñación y la demanda en el mercado.
Numismática: ¿Cuál es el valor real de una moneda de oro ‘Pelucona’?
En subastas especializadas, estas monedas de oro pueden alcanzar desde unos pocos miles de dólares hasta unos 50 mil dólares por una ‘Pelucona’ en excelente estado. Para obtener una valoración precisa, es recomendable consultar a un experto en numismática o acudir a una casa de subastas. Las peluconas no solo representan una inversión significativa, sino también un fascinante testimonio de la rica historia monetaria de México.