Con frascos vacíos de mermelada puedes realizar ideas geniales, solo necesitas poner en práctica el reciclaje y las manualidades. Una propuesta es convertir estos recipientes en auténticos contenedores que pueden reflejar tu estilo decorativo.
Entre tantas alternativas de reuso, destaca la que ofrece la cuenta @vintagetea_arte quien con pocos materiales propone lograr unos distinguidos recipientes que llamarán la atención en tu cocina y te ayudarán con mucha elegancia a poner orden.
Para poner en práctica este proyecto de reciclaje solo necesitarás los frascos de mermelada vacíos, pintura a la tiza, esponja o cepillo, un esténcil, unos anillos de madera, cuentas o abalorios (opcionales), pegamento y mucha creatividad.
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Lo primero que harás es, con la esponja o cepillo cubrir toda el recipiente de vidrio, después que este seco, colocas el esténcil o plantilla de dibujo y con la misma esponja lo impregnas con otro color para que destaque el diseño en el frasco.
Con la intención de darle un mejor acabado a este proyecto de reciclaje, colocarás el aro de madera en su base y en la tapa una cuenta o abalorio. Estas propuestas son opcionales, pero no hay duda que le dan un toque de elegancia o aire vintage a la iniciativa.
Sin embargo, hay muchas otras ideas decorativas para estos frascos reciclados. Una de estas es conservar el recipiente en su estado original, es decir transparente, solo retirando las etiquetas e identificaciones y trabajando nada más en la tapa.
Otras alternativas para decorar
Con el uso de fieltros, goma eva, goma espuma o cualquier otro retazo de tela, estambre, pabilo o mecatillo se puede cubrir la tapa de este frasco reciclado y cambiar por completo su aspecto. Las diversas técnicas de pintura también pueden funcionar en el recipiente así como los más originales collage. En estos envases puedes colocar no solo alimentos, también guardar artículos para la manualidades, útiles escolares o implementos de costura, como agujas e hilos.