“No se muere quien se va, solo muere el que se olvida”, es una de las frases que mejor representa lo que significó el fallecimiento de Vicente Fernández para su familia, pues cada uno de los integrantes del linaje del “Charro de Huentitán” se encarga de mantener vivo su recuerdo y hacerlo presente en los momentos más importantes de su vida. De hecho, Doña Cuquita confesó que el espíritu de su fiel compañero sigue presente en su rancho.
Son muchos los familiares del intérprete de “Divinas mujeres” que aseguraron experimentar alguna situación paranormal en el rancho “Los 3 Potrillos” tras la muerte de Vicente Fernández aquel 12 de diciembre de 2021, pero hasta el momento Doña Cuquita había guardado silencio y mantuvo en secreto las señales que le manda el hombre con quien compartió casi 60 años de su vida.
Las visitas de Vicente Fernández a Doña Cuquita en el rancho “Los 3 Potrillos”
En diciembre cumplirán tres años del momento en que se apagó para siempre la voz de Vicente Fernández tras no lograr vencer los baches en su salud. Desde ese entonces todo México llora su muerte, pero Doña Cuquita es quien, pese a perder al amor de su vida, tiene la seguridad de que don Chente la sigue cuidando y estando a su lado todos los días, al menos así lo aseguró en el programa “Todo para la mujer”.
“Me habla, y lo siento así porque como tengo dos perritos chiquitos, ellos sienten la presencia y ladran en la madrugada, y yo ‘ay, estecen en paz’”, confesó Doña Cuquita sobre la manera en que Vicente Fernández continúa haciéndose presente en su casa del rancho “Los 3 Potrillos” en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco. La esposa del cantante aseguró que no busca mantener un diálogo con él, pues solo reza para que su alma esté en paz: “Yo le rezo, lo único que tengo que hacer es rezar”.
El linaje del “Charro de Huentitán” cuenta con la posibilidad de poder visitar todos los días sus restos, ya que descansa en el sitio que más amó en su vida como “Los 3 Potrillos”. Es por esta razón que Doña Cuquita agradece tener la dicha de estar muy cerca de su marido y poder visitar su tumba las veces que quiera: “Igual, seguirlo recordando, ahí lo tengo, voy a ir a verlo ahí en la tumba, y lo van a ver todos, recordándolo bien bonito”.