Una de las maravillas más inesperadas de las plantas, es que algunas de estas especies son capaces de atraer la presencia de las mariposas en tu jardín, lo que resulta en un auténtico espectáculo visual durante los días más soleados que merece la pena admirar.
Eso sí, estos insectos no se sienten interesados en todas las plantas, sino en algunas en particular, y una de las más conocidas gracias a este efecto, es precisamente la Asclepias Curassavica, la cual es conocida por muchos como la “flor de sangre”, “platanillo”, “hierba María”, “mata ganado” o “burladora”.
Es importante tomar en cuenta este pequeño detalle, ya que un jardín que atraiga a las mariposas es sinónimo de un espacio sano, libre, alegre y que genera una gran alegría y bienestar para toda tu familia. Sin más que agregar, es momento de que conozca más sobre estas plantas.
Plantas para atraer mariposas
Hablamos de una especie nativa de la América tropical, la cual se ha naturalizado en muchas partes del mundo gracias a su resistencia y capacidad de adaptarse a los climas. Un plus que no debes subestimar.
Ahora bien, la razón por la que la Asclepias Curassavica atrae a las mariposas es simple: su néctar. En general, suelen ser atraídas por los de colores fuertes, de perfume suave y agradable, características que definen a la “flor de sangre”, entre otros tantos nombres.
En ese sentido, es común su cultivo para llamar la atención de las mariposas monarcas, algunas de las más majestuosas de toda la naturaleza y que, definitivamente son capaces de dejar sin palabras a muchos.
Si deseas adaptar tu jardín y así se convierta en un refugio para mariposas, entonces estas plantas deben ser prioritarias. Esos arbustos perennes llegan a crecer hasta un metro de altura, y existe una gran variedad de flores que oscilan entre el rojo intenso, el amarillo o el naranja.
Bajo los cuidados adecuados, puede florecer durante todo el año sin problema, pero debes estar atento a ciertos aspectos, como por ejemplo su ubicación. Si piensas sembrar una Asclepias Curassavica es recomendado ubicarla en un lugar con semisombra, y que no esté tan expuesta al calor.
Hay que protegerla de las bajas temperaturas y su riego debe ser moderado, sin embargo, en verano es necesario hacerlo con mayor frecuencia. El sustrato debe ser fresco y drenaje, ojo con esto último.