En el cofre del tiempo, entre el fulgor por la plata y la opulencia colonial, se esconde un tesoro para numismática de inmenso valor: una moneda de 2 reales de Carlos y Juana, acuñada entre 1548 y 1556, en la ceca de México. Esta pieza, marcada con el enigmático “L sobre O”, no solo ostenta una belleza singular, sino que también encierra un relato histórico de trascendencia.
Con un diámetro de 28 milímetros y un peso actual de 6,67 gramos, esta joya numismática luce un grado de conservación MBC+, un testimonio de su resistencia al paso del tiempo. Los grabados en la moneda aún nítidos nos hablan de un escudo orgulloso flanqueado por las letras “L” y “M”, una variante especial que la distingue de otras piezas de su época.
Numismática: la historia de una de las monedas más emblemáticas de México
Lo que verdaderamente envuelve a esta moneda en un halo de misterio es la ausencia de referencias en catálogos sobre numismática. Su rareza convierte a esta pecunia en un objeto codiciado por coleccionistas y aficionados, un enigma histórico que invita a la investigación y la reflexión.
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Más allá de su valor material, la moneda de 2 reales de Carlos y Juana nos transporta a un período crucial de la historia colonial de América. Representa la influencia indiscutible de la Corona española en el Nuevo Mundo y sobre todo en México, en donde se produjo, entre otras cosas, un intercambio cultural y económico que marcó el devenir del continente.
Debido a su excepcional conservación, a pesar de las vicisitudes del tiempo, se convirtió en un doble tesoro. Su estado MBC+ realza la belleza de sus grabados narrando una historia de conquista, mestizaje y transformación.
En resumen, esta moneda de 2 reales de Carlos y Juana, con su variante “L sobre O”, es más una invitación a un pasado que testigo tangible del encuentro entre dos mundos. Además, al ser una pieza con poca difusión entre los coleccionistas de materiales de numismática, su búsqueda es la de un verdadero tesoro que forma parte de la historia de México.