Hay muchas plantas para uso medicinal que son usadas desde miles de años y en diversas culturas, entre las que se destacan las peruanas, ecuatorianas y boliviana. Por ejemplo, la Chilca, tiene múltiples beneficios para combatir desde bronquitis hasta dolores reumáticos.
Estas prácticas son trasmitidas de generación en generación y, hoy por hoy, se siguen usando en áreas remotas de centro América. La Chilca, cuyo nombre científico es Amaranthaceae, es una planta muy popular en departamentos como Madre de Dios, Loreto, Huánuco, Amazonas, San Martín, Pasco y Ucayali.
Un estudio científico respaldado por el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego reveló detalles sobre los privilegios de la Chilca. En dicho documento se puede leer que esta planta alivia muchos dolores y enfermedades. En este sentido, se puede leer: “A través del presente estudio descriptivo, se concluye que, el uso principal de la Chilca es como antiinflamatorio, de forma tópica”.
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Asimismo, en dicho documento explicaron que esta planta sirve como analgésico, para combatir la artritis, bronquitis, diarrea, gripe, helmintiasis, hemorroides, inflamación renal de las extremidades, reumatismo y ulceraciones. En medio de la espesura de la selva peruana, es uno de los lugares donde crece la Chilca y los lugareños recomiendan que se consuma a través de tés o infusiones.
Es habitual que los lugareños hierven las hojas en una olla con agua y luego la dejan enfriar un poco y se la toman en forma de infusión. La Chilca es una planta que puede llegar a crecer unos 1 a 2 metros de altura, muy frondoso, con hojas hasta el ápice. Hay que remarcar que el fruto de esta es una cápsula ovoide y sus semillas en forma alargada con un aro blanco.