La dinastía Fernández no solo se caracteriza por su talento musical. Esta familia de empresarios y de intérpretes musicales destaca por sus valores de unión y amor, los cuales prevalecen aún después de la partida física del patriarca, Vicente Fernández.
Alejandro y sus dos hijos, Camila y Álex, son quienes continúan el legado musical que inició su abuelo, “El Charro de Huentitán". Ellos no solo honran al cantante de rancheras con su puesta en el escenario, sino también lo hacen puertas adentro, en casa, dándose el mismo apoyo que él les brindó en su momento.
A pesar de esta unión y respaldo delante y detrás de los escenarios musicales, como toda familia común, también presentan sus diferencias y su peculiar manera de hacer las cosas. Vicente Fernández les inculcó disciplina a sus hijos para llevarlos por el camino de la independencia económica sacando a relucir sus talentos y este mismo patrón repitió Alejandro con los suyos, pero parece que no está dispuesto a hacerlo con sus nietos.
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En una reciente entrevista que ofreció Álex para Publimetro, habló acerca de cómo vive la paternidad y dejó entrever cuál es el rol de Alejandro como abuelo. El joven artista dio a entender que “El Potrillo” resultó todo un consentidor y que dejó de un lado la rigidez para convertirse en un hombre muy cariñoso que solo desea pasar el mayor tiempo posible con sus nietas.
La queja de Álex Fernández hacia su padre
“Creo que ya una vez que el papá se convierte en abuelo, ya es una mala influencia (risas), porque los consejos que me da mi papá (Alejandro Fernández) no los aplica y a veces me da la contra”, destacó a modo de broma el nieto de Chente, quien dijo que tenía debilidades en la crianza de sus hijas: Mía y Nirvana.
Álex Fernández confesó que le resulta difícil marcarles los límites a sus hijas y que, debido a sus ausencias prolongadas como parte de su actividad profesional, cuando está junto a las pequeñas solo quiere consentirlas al punto que termina por malcriarlas. "Te digo que es ahí donde entro en conflicto entre el no querer malcriarlas, pero al mismo tiempo me cuesta trabajo decirles que no. Ahí es donde entra la mamá con la mano dura. Pero sí, diría que un papá muy amoroso, que adora a sus hijas", reconoció el nieto de Vicente Fernández.