Las vacaciones de verano son el momento perfecto para explorar la creatividad con proyectos de reciclaje. Hay una manualidad especial para hacer con los niños: el Ojo de Dios.
Esta manualidad, similar a un mandala, proviene de las culturas aborígenes de México y Nuevo México. Es una excelente manera de pasar el tiempo de manera creativa y educativa.
Con materiales sencillos y un poco de creatividad, puedes crear hermosos mandalas de lana para decorar tu hogar. Asimismo, proporcionarán una valiosa oportunidad de aprendizaje para los niños.
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Los materiales necesarios para hacer un Ojo de Dios son lana de diferentes colores y palitos, ramitas, o palitos de helado. Toma dos palitos del mismo largo y colócalos en forma de cruz. Asegura la unión con varias vueltas de lana.
Una vez que los palitos estén asegurados, comienza a pasar la lana alrededor de los palitos. Gira la lana en cada palito, siempre en el mismo sentido, creando un patrón simétrico y colorido.
Para cambiar de color, hay dos opciones. Se puede hacer un nudo y esconder el exceso de lana con el nuevo color, o cortar la lana y sujetarla al palito con una vuelta del nuevo color.