Viernes 3 de Mayo 2024
TRUCOS DE LIMPIEZA

Truco de limpieza: consejos para cuidar y mantener tu lavavajillas en óptimas condiciones

La higiene de los rociadores mejorará su desempeño en tu cocina.

Truco de limpieza de lavavajillas. Fuente: (Instagram)
Escrito en ESPECTÁCULOS el

Pocos electrodomésticos tienen lugares tan centrales en los hogares como el lavavajillas, que se ha convertido en una herramienta muy utilizada debido a su rapidez y comodidad. Pero no todo el mundo lo mantiene higienizado, por lo que te contaremos algunos consejos y trucos de limpieza para garantizar su correcto funcionamiento y durabilidad.

Si bien hay muchos trucos de limpieza, el aseo regular del lavavajillas es fundamental y existen otros aspectos que, a menudo, se pasan por alto y pueden afectar significativamente su rendimiento. Uno de estos es el mantenimiento de los brazos rociadores, esos elementos giratorios que se encargan de distribuir el agua y el detergente de manera uniforme sobre la vajilla.

Uno de los consejos es mantener el lavavajillas higienizado. Fuente: (Instagram)

Truco de limpieza para mantener tu lavavajillas brillante

Para conseguir una limpieza profunda de los brazos rociadores, uno de los consejos es desmontarlos. Para ello, apágalo y desenchúfalo, retira la cesta inferior y localiza el brazo. Presiona hacia arriba para separarlo de su posición.

Una vez desmontado, observa los pequeños orificios ubicados a lo largo de su estructura. Estos son propensos a obstruirse con restos de comida, grasa y otros residuos que pueden afectar la distribución del agua y la calidad del lavado.

Aunque resulta ser una tarea incómoda, para asear estos orificios puedes utilizar palillos de dientes o cualquier otro objeto delgado y puntiagudo que deberás insertar, cuidadosamente, para remover cualquier obstrucción.

Con un palito podrás poner en práctica un truco de limpieza de lavavajillas. Fuente: (Instagram)

Con el brazo rociador aún desmontado, humedece un paño con agua tibia y agrega un poco de vinagre blanco. Frota todo con el paño para eliminar cualquier resto de suciedad o grasa.

Una vez limpio y seco, vuelve a colocar el brazo rociador en su posición original. Asegúrate de que esté bien fijado y que no presente fugas. Para finalizar, inicia un ciclo de lavado vacío con el lavavajillas para eliminar cualquier residuo restante y corrobora su correcto funcionamiento.