Conocida tradicionalmente por sus múltiples propiedades, el aloe vera es una planta milenaria que tiene alrededor de 300 especies y, en la actualidad es utilizada para tratar enfermedades y generar productos de la industria cosmetológica, farmacéutica y alimentaria. En este sentido, su floración es un proceso natural que ocurre cuando se alcanza la madurez. Hoy te vas a conocer un par de consejos de cómo estimularla para disfrutar de su belleza única. ¿Comenzamos?
Ubicación: el aloe vera es una planta que debe recibir luz solar directa al menos 6 horas al día. La mejor ubicación para esta especie es cerca de una ventana y orientada al sur.
Riego y tierra: esta planta es necesaria regarla para estimular su floración. Eso sí, evita el exceso, ya que esto puede pudrir las raíces. En cuanto a la tierra, lo recomendable sería una mezcla que esté bien drenada.
Fertilizante y poda: cada tres meses durante la temporada de crecimiento puedes aplicar un fertilizante líquido suave.
Plagas: hay que tener precaución con la cochinilla o la pudrición de la raíz. La recomendación de los expertos es utilizar un insecticida suave.
La floración es sinónimo de buen estado de salud, y una buena proporción de luz solar, agua y nutrientes. En efecto, para que se produzca este proceso, la planta tiene que tener condiciones óptimas.
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