La revolución de la tecnología ha permitido que las redes sociales impacten tan fuerte en el mundo entero que ya no podemos imaginarnos un mundo sin un celular y al menos una cuenta online.
Lo que concebimos como un cambio positivo que ayuda a millones y visibiliza problemáticas globales también puede convertirse en un problema, especialmente para los más jóvenes, que ya tienen acceso a la tecnología desde su nacimiento.
Alrededor del mundo se han elaborado estudios que puedan identificar mejor los problemas que el uso desmedido y sin control de la tecnología y las redes sociales ocasiona, y los resultados fueron sin duda preocupantes.
Los impactos más alarmantes del uso excesivo
Un estudio europeo publicado en Early Education and Development reveló que el uso excesivo de redes sociales puede alterar la conectividad cerebral, afectando el comportamiento, la capacidad de relacionarse y la forma de aprender.
Sumado a estas revelaciones, un estudio publicado en The Journal of Nervous and Mental Disease, realizado en 2022 con 1.172 participantes, encontró una relación directa entre el tiempo en redes y un aumento en problemas de depresión, ansiedad, desórdenes alimentarios y baja autoestima.
Y, por si fuera poco, en Colombia, un estudio mostró que el 62 ,% de los menores navegan sin supervisión adulta, dedicando casi tres horas al día al celular y las redes. El 40 % de los jóvenes encuestados reportaron conflictos familiares y el 15 % vieron afectadas sus calificaciones debido al tiempo en línea.
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Desinformación y acoso cibernético
La exposición a información falsa o perjudicial es otra preocupación. La proliferación de noticias falsas y las teorías de conspiración pueden hacer que los adolescentes sean especialmente susceptibles a creer y compartir información errónea, afectando su comprensión del mundo y sus relaciones sociales.
El acoso cibernético es uno de los problemas más alarmantes que tienen los usuarios más jóvenes y, en consecuencia, sus padres. El anonimato y la distancia física en estas plataformas pueden dejar la puerta abierta a comportamientos intimidatorios, que tienen un impacto arrollador en la salud mental y emocional de niños y adolescentes.
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Estrategias para padres y profes
Una de las cosas más importantes que tenemos que hacer cuando vemos que los jóvenes están tan expuestos al peligro es estar alerta ante los cambios de comportamiento. Si los identificamos a tiempo, la diferencia en el tratamiento podría ser muy significativa.
Además, imponer límites de uso es vital y, aunque no les guste a los más pequeños, prohibir el uso del celular durante las clases, actividades de estudio y también en el hogar mejorará su rendimiento escolar, su actitud y la higiene del sueño.
Sumado a esto, se debe activar un protocolo de apoyo entre padres y docentes mediante el diálogo y la identificación temprana de problemas.
Por otro lado, las herramientas de control parental son sumamente efectivas para mantener al margen estos problemas. En Android, por ejemplo, existe la aplicación "Family Link" que nos permite controlar el tiempo de uso, descargas y navegación. Si tu sistema operativo es iPhone, la configuración de "Familia" hace prácticamente lo mismo.