Domingo 19 de Mayo 2024
NUMISMÁTICA

La moneda conmemorativa del 'Búho de la suerte' de 2003: una joya para coleccionistas

El detalle que la convirtió en una pieza buscada en los mercados.

Moneda de 1 euro. Fuente: (Instagram)
Escrito en ESPECTÁCULOS el

Una moneda de 1 euro emitida en Grecia en el año 2002 se ha convertido en el objeto de deseo de coleccionistas de objetos de numismática por su diseño peculiar. Conocida como la "moneda del búho de la suerte", esta moneda conmemorativa ostenta una lechuza y por algunas particularidades se ha ganado un lugar entre las más codiciadas por el mercado.

Lo que hace única para la numismática a esta moneda conmemorativa de 1 euro de Grecia es la imagen de una lechuza, inspirada en una antigua pieza ateniense de cuatro dracmas del siglo V a. C. El escultor Georges Stamatopoulos fue el encargado de dar vida a esta ave en la moneda de 1 euro, tras ser seleccionado por el ministro de Economía y Hacienda y el gobernador del Banco de Grecia.

La moneda de 1 euro de Grecia 2002 es conocida por "el búho de la suerte". Fuente: (Instagram)

Numismática: ¿Por qué es tan valorada la moneda conmemorativa de 1 euro de Grecia de 2002?

Uno de los componentes de la moneda de 1 euro de Grecia que más la destaca es una misteriosa letra “S” en una de sus estrellas grabadas en su anverso. Pese a que muchas personas lo asociaron hace tiempo con la palabra "special" (especial), en realidad se trata de la inicial de “Suomi”, nombre de Finlandia en finés. Sucede que estas monedas conmemorativas fueron acuñadas en la ciudad finlandesa de Vantaa, y no en Atenas, Grecia.

Si bien la tirada de esta moneda alcanzó los 50 millones de ejemplares, su singularidad y el enigma de la letra “S” ha llevado a que su valor vaya creciendo entre los coleccionistas de objetos de numismática.

La "S" sobre la estrella en la moneda de 1 euro de Grecia 2002 es porque fue acuñada en Finlandia. Fuente: (Instagram)

De hecho, en algunas plataformas de comercio electrónico, como lo son Ebay o Etsy, su precio oscila entre los 600 y 800 euros, dependiendo del estado de conservación y la demanda de los compradores.

Si tienes la fortuna de que una de estas monedas ha caído en tus manos, es importante acudir a expertos o tiendas especializadas en numismática para determinar su auténtico valor antes de venderla. Un profesional podrá evaluar su estado de conservación, autenticidad y características únicas, proporcionándote una tasación precisa.