Los expertos en decoración sostienen desde hace años que la nueva tendencia en el diseño de interiores son las plantas. Además de tener numerosos beneficios para la salud, embellecen los espacios de forma natural y sin gastar dinero de más. Hay incontables especies botánicas para elegir, una de estas es la lavanda.
La lavanda es un género de plantas de la familia de las lamiáceas y tiene muchas propiedades que puedes aprovechar si las utilizas para darle una vuelta de rosca al estilo de los espacios y ambientes del hogar. Posee efectos calmantes, relajantes, cicatrizantes, antisépticos, su aroma reduce el estrés y mejora el ánimo. No obstante, en esta ocasión, solo aprovecharemos su belleza y su exquisito olor.
El secreto de la lavanda como elemento de decoración que cambiará tu hogar
El tip de los expertos en decoración es usar la lavanda seca para darle vida y un toque de frescura al hogar. Esta aportará espacios más naturales, pero también concederá un toque rústico que generará un efecto visual y estético incomparable. Para sacar mayor, provecho es necesario que aprendas cómo secarla y decorar con ella.
Dos opciones para secar la lavanda
Si ya decidiste utilizar la lavanda para la decoración, el siguiente paso es aprender a manipularla. Recuerda que debe estar completamente seca para que el acabado sea el correcto. La primera forma de hacerlo es la más tradicional y simple, aunque es la que más demorará.
Solo debes dejarla expuesta mucho tiempo al sol, para ello, corta los tallos antes, ya que de esta manera las flores se abrirán. Luego, colócalos en una bandeja y posteriormente en el sol de manera directa. Aproximadamente en una semana ya estará todo listo para emplear.
Si tienes prisa por cambiar la decoración, deberás elegir la segunda alternativa. El proceso es el mismo, solo que, en vez de llevar al sol, colocarás los tallos en una bandeja apta para horno y bien separados. La temperatura debe ser la mínima y la puerta del electrodoméstico debe estar ligeramente abierta. Si no tienes horno, puedes emplear el microondas.
Sobre un plato, ubica los tallos bien separados y cúbrelos con papel film. Un minuto a la potencia máxima servirá para tener el resultado deseado. Otra sugerencia es probar secarlos en periodos de 10 y 20 segundos hasta que la lavanda quede completamente seca y perfecta para la nueva decoración.